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La creación de este blog se debe a mi interés por recuperar las raíces de mi pueblo: su historia natural y popular.

martes, 18 de febrero de 2014

La encina de Molina en Villa de Ves

 Un ejemplar arbóreo de excepcional tamaño que debería ser incluido en el catálogo de árboles singulares de la comunidad de Castilla la Mancha.

Encina de Molina. Sentado a su cobijo se encuentra paz y sosiego.
Estimados lectores, aquellos que nos conocéis a mi familia y a mí, sabéis que somos gente comprometida con el medio ambiente, que amamos a la naturaleza, la botánica, y la historia y raíces de mi pueblo: Villa de Ves.


Por estos motivos dedicamos una nueva entrega del blog a la encina de Molina, una joya arbórea que crece en Villa de Ves y que durante años ha pasado desapercibida para la mayoría de la gente del pueblo; son muchos los que han pasado por su lado y aprovechado su agradable sombra en los paseos veraniegos, y sin embargo, pocos o ninguno saben cómo se llama. Pocos son los que se han detenido a apreciar su excepcional tamaño y belleza y a pocos les ha intrigado su edad.

Detalle del ramaje de la encina.
¿Cuántas generaciones de antepasados habrán pasado por su lado sirviéndose de su sombra? ¿Cuántas historias habrá vivido esta encina? Si pudiese hablar ¿Cuántas anécdotas nos contaría de la gente de esta Villa?


Ubicación:

Ubicación de la parcela donde crece la encina, en la partida de la Gimena.
La encina de Molina está ubicada a una distancia de 1´5 km. de Villa de Ves, en el paraje denominado La Gimena, en la orilla de un camino que nace a la izquierda de la carretera que va hacia la cercana aldea de La Pared. Dicho camino enlaza con otro más importante que une Villa de Ves con Balsa de Ves.

Historia:

Este camino, donde está ubicada la encina, tuvo relativa importancia en el pasado, pues era el camino de herradura por donde se desplazaban nuestros antepasados de la antigua Villa de Ves (actualmente Barrio del Santuario) hacia el Reino de Valencia. Se utilizó también para controlar las extensas posesiones del señorío de Ves. En épocas más contemporáneas se utilizó para acceder a Balsa de Ves.
Insisto en resaltar la importancia de este camino porque en época medieval el terreno era muy distinto a como lo conocemos actualmente, lo que hoy son campos de cultivos, eran bosques de encinas y matorral. La inestabilidad política de la reconquista católica, con sus pugnas con los musulmanes, obligó a los señores feudales a ofrecer ventajas a los repobladores para que se asentasen en las tierras reconquistadas. Para ello se otorgaron tierras y permisos para roturar el monte y convertirlo en tierra cultivable. La repoblación también trajo consigo la necesidad de producir leña para hacer fuego para cocinar y calentar los hogares.  La suma de estos factores sentenció  a los encinares que crecían desde Alcalá del Júcar hasta los límites con el reino de Valencia entre los ríos Júcar y Cabriel.

Sin embargo, no solo el cultivo de cereales fue la causa de la tala masiva de árboles. Con el fin de la era medieval y la lenta llegada de la era industrial, el crecimiento económico de las ciudades y la industria conllevó un aumento en la demanda de combustible, la leña no era suficiente para cubrir las nuevas necesidades y fue sustituyéndose por el uso del carbón. El voraz consumo de energía aumentó el precio del carbón y esto atrajo a las zonas rurales a los carboneros, que vieron en los encinares una oportunidad para ganar dinero,produciendo carbón vegetal. Esto fue el golpe de gracia para el exterminio del bosque de encinas de Villa de Ves. 

Foto satelital donde destacamos grupos de encinares que están creciendo en los alrededores de Villa de Ves.
Encinar en los alrededores.
Apenas unos ejemplares se salvaron de estas agresiones, y entre ellos estaba la carrasca de la Bartolina un ejemplar majestuoso que actualmente ha desaparecido, y a la que ya dedicamos una entrada en este blog http://olmodevilladeves.blogspot.com.es/2011/05/carrasca-la-bartolina.html
Otro ejemplar que ha sobrevivido es la encina de Molina, protagonista de este texto. Podemos disfrutar de ella porque ha recibido los cuidados apropiados, y una de las personas que se los ha prestado en los últimos años es Alberto Arocas, quien se dedica a labrar el bancal donde crece dicha encina. También fue el encargado de realizar una poda en el año 2012, con gran cuidado y esmero, siempre con la supervisión de los agentes forestales de la zona.

Edad estimada de la encina:

Hemos realizado una estimación de la edad de este ejemplar utilizando datos conocidos de otro ejemplar, comprado en unos viveros, y que plantamos en un campo de nuestra propiedad a la entrada de Villa de Ves hace 20 años (fecha actual:2014)
El método empleado ha consistido en medir el perímetro de ambos ejemplares a una altura de 120 cm del suelo.


Midiendo el tronco de la encina.
Conociendo la edad de nuestra encina, hemos hecho una inferencia estimando la edad de la encina de Molina mediante tablas de coeficiente de crecimiento. Además hemos restado un factor de corrección para tener en cuenta que esta encina se ha favorecido de la falta de competencia de otros árboles que no le restan sol ni agua, así como, se ha beneficiado de podas de formación. Todo ello ha favorecido que crezca más en menor tiempo que si estuviese en un bosque. Por todo ello, hemos concluido que aproximadamente tendría una edad de 400 a 450 años. 


Medidas de la encina:

Según nuestros cálculos, este ejemplar tiene una altura de 10,50 metros y un ancho de copa de 12 metros.
El perímetro del tronco es de 2,60 metros (medido a 120 cm desde el suelo).
Hemos utilizado dos métodos para calcular la altura. El primero se trata de una aplicación para teléfono móvil que aprovecha el acelerómetro incluido en los modernos teléfonos inteligentes, de tal forma que, aplicando cálculos trigonométricos a los ángulos entre varios puntos de referencia del árbol, proporciona como resultado la altura del objeto y la distancia al mismo.

Carlos Rubio y Vicente Jiménez apuntando con el teléfono móvil para calcular la altura de la encina de Molina. 
Este método tiene un margen de error derivado de la dificultad de apuntar con la cámara del teléfono a puntos  muy concretos del árbol, como son el extremo superior de la copa y el extremo inferior del tronco. Es un poco complicado apurar estos puntos a una distancia suficiente para tener una buena perspectiva de todo el árbol en conjunto. Hay que evitar obstáculos entre el observador y el árbol, y el terreno debe estar lo más horizontal posible. El resultado con este método fue de 10,40 metros de altura.

El segundo método empleado fue algo más rudimentario. Un método que ya usara el filósofo griego Tales de Mileto hace 2500 años o los egipcios en la construcción de sus pirámides. Solo se necesita la luz del Sol y una cinta métrica. Conociendo la altura de un objeto o una persona, es decir, una medida constante, y midiendo sobre el suelo la longitud de la sombra proyectada, se compara con la longitud del objeto cuya altura deseamos averiguar. En este caso la encina de Molina. Se debe colocar ambos objetos en paralelo con respecto a los rayos del Sol para evitar errores por exceso o por defecto.

Midiendo la sombra de la encina. Vicente Jiménez y Carlos Rubio.

Además, se debe medir ambas sombras lo más próximas en el tiempo para que el ángulo de incidencia de los rayos del sol no varíen con el paso del tiempo; las sombras se alargan conforme avanza el atardecer. Así que, volviendo a nuestra medida, con este método obtuvimos un resultado de 10,60 metros de altura. Muy similar a la obtenida con la aplicación del teléfono móvil.
Para intentar compensar los posibles errores de ambas medidas decidimos calcular la media de ambas medidas. Por tanto, damos como dato definitivo: 10,50 metros de altura desde el suelo hasta el extremo superior de la copa.
El ancho de la copa es de 12 metros.


Fruto de la encina y su aprovechamiento:

Media fanega llena de bellotas de encina. Al fondo, leña de encina apilada. Fotografía: Laura Vélez.

La bellota formaba parte de la dieta de nuestros antepasados. Cuando estaba seca se molía y con la harina resultante se elaboraba un pan muy nutritivo que además poseía una buena capacidad de conservación.
Probablemente les costaría refinar la técnica pues hay diferentes tipos de bellotas y no todas son dulces - dependiendo de su contenido en taninos- existiendo especies cuyas núculas pueden producir intoxicaciones alimentarias.
 Otros que se han beneficiado de este fruto son los animales, tanto las aves que se refugian en las copas de las carrascas como los mamíferos que se deleitan con este exquisito manjar. Estos animales, contribuyen inconscientemente a la distribución de la semilla al dejarlas a medio digerir y defecarlas por las cercanías o incluso enterrándolas en escondrijos a modo de despensas - como hacen algunos roedores y la corneja -donde algunas semillas llegarán a germinar dando comienzo de nuevo al ciclo de la vida.
Además de la bellota, se obtiene otro alimento de la carrasca: La miel de carrasca. Es una miel de color muy oscuro, muy rica en sales minerales, especialmente en hierro (se recomienda para estados carenciales de hierro, embarazadas y niños en época de crecimiento). Su sabor es muy intenso y su riqueza en mielatos proviene del aprovechamiento que las abejas hacen de la melaza que segregan los pulgones que parasitan a las encinas.
En  nuestra zona, el Rincón de Ves, encontramos, pues, un biotopo compuesto por la carrasca y animales como las ovejas y cabras, jabalíes, topos, conejos, ratones, liebres, gato montés, ardillas, zorros, abubillas, cuervos, palomas torcaces, búhos reales, lechuzas, urracas, etc.

Visita a la encina:

Cualquier época del año es buena para hacer una excursión por la zona y visitar este magnífico ejemplar, la ruta que proponemos es apta para todos los públicos y solo se requiere un equipamiento normal para dar un paseo. Los aficionados a la ornitología pueden añadir a su equipo unos prismáticos o un monocular, pues abundan diferentes especies de aves según la época del año. También es frecuente, si uno es observador, ver brincar alguna liebre asustada por el ruido que hacemos los humanos.

La ruta propuesta parte de Villa de Ves, andando por la carretera que va hacia La Pared, cogemos el desvío a la izquierda que ya indicamos en el mapa, en verano agradeceremos la sombra de la encina, y tras disfrutar del paisaje, se puede regresar siguiendo el camino de tierra hasta que enlaza con el camino que va de Villa de Ves a la Balsa de Ves, tomamos este camino en dirección a Villa de Ves, es decir, a la izquierda y de este modo, si miramos alrededor, podemos ver una mezcla de dehesa y campos de cultivo, donde la encina está cobrando de nuevo el protagonismo que tuvo antaño.
La distancia recorrida al final de la ruta son 3 km., ideal para una tarde de verano y hacer un ejercicio ligero para mantenernos sanos.

Ley de protección de árboles singulares y propuesta de la encina de Molina como tal:

Citamos un extracto de la revista Foresta, de la asociación y colegio de ingenieros técnicos forestales,nº 47 y 48, de García Gómez, E. y Serrano Bravo, D.

 La legislación vigente en Castilla-La Mancha es la Ley 3/2008, de 12 de junio, de Montes y Gestión Forestal Sostenible de Castilla-La Mancha, donde en el artículo 35 se incluye la definición de “Árboles y Ejemplares Singulares”, que queda como: “Aquellos ejemplares particularizados o agrupados en pequeños rodales de cualquier especie vegetal, autóctona o alóctona, considerados excepcionales por su belleza, rareza, porte, longevidad, interés cultural, histórico o científico, o cualquier otra circunstancia que lo justifique…”. Como se comprueba, va más allá de la norma que se aprobó veinte años atrás, pues en la actual se prevé, además de aquellos ejemplares que vegetan de forma espontánea y natural, la declaración tanto de ejemplares plantados por el hombre como los de carácter alóctono. 

Detalle del tronco y el ramaje de la encina de Molina.
Detalle de las ramas estructurales principales con señales de poda de formación.

En el punto segundo de esta ley se establece que “la inclusión de un ejemplar o grupo en el Inventario supondrá la adopción por parte de la Consejería de las medidas tendentes a conservar su integridad, así como para favorecer su estado vegetativo y normal desarrollo...”, y en el cuarto punto, “la Consejería podrá establecer convenios con propietarios de terrenos en los que se encuentren árboles singulares incluidos en el Inventario, aportando ayudas económicas y técnicas para la adopción de medidas destinadas a mantenerlos en buen estado de conservación”.
A pesar de esta legislación tan concisa, por la que un nutrido grupo de árboles o formaciones podrían estar protegidos y cuidados para su buena conservación, son muy pocos los ejemplares a los que se ha aplicado esta normativa.

Basándonos en el articulado de esta ley, la dirección de este blog quiere aprovechar - con el permiso del lector – para hacer un llamamiento al gobierno municipal del Excmo. Ayuntamiento de Villa de Ves, solicitando que inicie los trámites pertinentes para que se catalogue y declare árbol singular a dos ejemplares de este municipio:
  •         La encina de Molina
  •         El olmo de la plaza de D. Ángel Gómez Villena

Los motivos incluyen tanto la monumentalidad, la belleza, historia, tradición, cultura y ecología.


Estimados lectores y vecinos de Villa de Ves, espero vuestro apoyo y apelo a vuestra sensibilidad y amor por la naturaleza para que extendáis este mensaje. Cuantos más seamos será más fácil conseguir mejoras para nuestro pueblo.
Seguiremos trabajando para encontrar más joyas arbóreas de nuestro término municipal.

Con un abrazo ecológico para todos, me despido hasta el próximo artículo.

Vicente Jiménez García.

Colaboran:
Vicente Jiménez Cruz y Carlos Rubio.

1 comentario:

  1. Vicente: Una vez más, con este nuevo artículo sobre la “Encina de Molina”, nos muestras tu gran amor hacia esa tierra tuya que, al mismo tiempo, es la nuestra. Me ha encantado conocer un nuevo paraje de mi pueblo, del cual yo no sabía siquiera que existía. Ya puedes estar bien seguro que la próxima vez que yo vuelva ahí, a mi pueblo, te pediré que me acompañes a visitar tan hermoso lugar.
    Por otro lado, respecto a tu petición para que la Administración Municipal de nuestro pueblo catalogue y declare árbol singular, tanto a “la encina de Molina” como “al olmo de la plaza de D. Ángel Gómez Villena”, puedes contar con mi colaboración.
    Un cordial saludo.

    Fructuoso García

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