Una obra faraónica en la España del siglo XX.
PRIMERA PARTE
Central hidroeléctrica de Villa de Ves, la tecnología más avanzada de aquellos tiempos, principios del siglo XX |
Central hidroeléctrica del molinar abandonada a la soledad eterna. |
La central hidroeléctrica del molinar está ubicada en el
término de Villa de Ves, en el rio Júcar, a una distancia de 4 km. rio abajo,
desde el barrio del santuario. Y aproximadamente a un kilómetro del término
municipal de Jalance, es decir, de la Comunidad Valenciana.
Como se puede apreciar en la foto, ocupa un espacio en el
margen derecho del río, lo cual la integra en el término municipal de Villa de
Ves. Recordemos que, a este nivel del rio, el margen izquierdo del rio pertenece al municipio de Balsa de Ves.
Edificio de la central en la actualidad, engullido por la naturaleza. |
Actualmente, este lugar es un paraje idílico, mezcla de
bosque mediterráneo y una maraña selvática de plantas oportunistas que brotan a
su antojo. Esta “selva” envuelve e invade el abandonado edificio de la sala de
máquinas. Este recóndito paraje propicia el crecimiento de ciertas especies de
plantas que no crecen en el resto del término, debido al microclima generado
por la protección del cañón del Júcar y la ausencia de actividad humana. Existe
un imponente silencio que solo rompen los cantos de diversas aves. Aparte de
las pequeñas aves sobrevuelan este lugar, el omnipresente grajo y la majestuosa
águila. También la fauna está representada por peces y cangrejos.
La central está flanqueada por altas paredes del cañón del
rio. En el lado izquierdo aparece la estribación de la Serretilla de la Pared,
que al ser solana, muestra escasa vegetación, sobre todo arbustos y plantas
aromáticas, pero deslumbra con la belleza de sus formaciones geológicas, coloridos
afloramientos de arcilla, vetas de dolomías tableadas, y grandes formaciones de
roca caliza, que ofrecen una espectacular paleta de colores. En el lado derecho,
por ser umbría, abunda la vegetación, pinares y encinares, principalmente, que
se derraman por las elevaciones de la Rocha Juana, el Gramial, el cerro
Zapatero y llegando a la estribación de la Sierra del Boquerón.
Estructura de la central:
El edificio se compone de dos partes: Una sala de máquinas y
la otra de tres plantas más un ático o linterna.
La sala de máquinas tiene unas medidas de 44 metros de largo
por 16 de ancho, mientras que la segunda se compone de tres plantas 32 metros
de largo por 30 de ancho cada una, a lo que se debe añadir el ático. La altura
total del edificio es de 22,5 metros. Todo ello da como resultado una
superficie construida de 3700 m².
En la primera visita de cualquier
excursionista, es una sorpresa encontrar semejante mole en medio del caos de
ramas y hojas que la ocultan.
Fachada principal de la central hidroeléctrica en la actualidad (Mayo de 2013) |
Las paredes se conservan en buen estado a pesar de tener 106
años de antigüedad, la fachada tiene una estética exquisita, común en la
ingeniería civil de aquella época y lejos de la fría y espartana arquitectura
actual. El interior del edificio está muy deteriorado, con riesgo para el
visitante imprudente, sobre todo las escaleras que se muestran amenazantes sin
pasamanos y con grietas en su estructura. Los tejados de la sala de máquinas
están en ruinas aunque los cuchillos que los sostienen se mantienen en un
estado aceptable. Se puede apreciar en la pared interior de dicha sala un
alicatado de azulejo blanco con algunas bandas verdes que le dan cierto aire
aséptico, deteriorado por el vandalismo. Parte del suelo se mantiene en buen
estado, formado por baldosas de gres con motivos geométricos.
Del anteriormente mencionado ático o linterna, salían los hilos de alta
tensión que, pasando sobre el río, van a otro edificio situado en el margen
opuesto del río. Desde este edificio parten las diversas líneas de transporte
de electricidad y además poseía pararrayos y otras medidas para hacer frente a
grandes descargas atmosféricas.
Estado de ruina actual del edificio de distribución de la línea de alta tensión. |
Al principio se transportaba una tensión de 66000 voltios,
pero en vista del éxito en las pruebas de aislamiento, se aumentó a 70000
voltios, algo nunca visto hasta aquella fecha en toda Europa.
Los aisladores fueron construidos por la empresa
Siemens-Schuckert Werke de Berlín.
Distribución en el edificio de los diversos sistemas de protección contra sobreintensidad y descargas atmosféricas. |
Datos históricos:
En el año 1907 se constituyó Hidroeléctrica Española, una
empresa que marcaría el destino de España y parte del mundo mediante el
aprovechamiento de la energía hidráulica. Sus artífices fueron, D. Lucas de
Urquijo y D. Juan de Urrutia. El primero, representaba a un grupo de
empresarios vascos y el segundo, formaba parte de Hidroeléctrica Ibérica, una
empresa vasca que ya se dedicaba a la explotación hidroeléctrica en el País
Vasco. Ambos formaron la nueva sociedad de Hidroeléctrica Española con un
capital social de 12 millones de pesetas de aquella época. A partir de este
momento, H. Ibérica quedó como accionista mayoritaria de H. Española. Así, D.
Lucas de Urquijo se convirtió en presidente de H.E. y el ingeniero jefe y
director general fue D. Juan de Urrutia.
La naturaleza reclama su espacio y envuelve a la central. |
Para que el lector comprenda mejor la importancia de la
energía en España, debe conocer que a finales del siglo XIX el consumo de
energía en las ciudades y pueblos era escaso, la mayoría de las actividades y
oficios eran principalmente manuales, y la iluminación de hogares todavía se realizaba
con candiles. Sin embargo, comenzaba a florecer la industria moderna y una
mejora de la economía trajo consigo la aparición de artilugios
electromecánicos; para todo ello, era imprescindible la energía eléctrica y en
aquellos tiempos se producía en minicentrales térmicas de carbón y vapor, y
alguna minicentral hidroeléctrica esporádica, que se situaban siempre cerca del
lugar donde se consumía la electricidad – hasta entonces no existía el
transformador de corriente alterna y la energía no se podía almacenar ni
transportarla lejos de su lugar de producción – por lo que esta tecnología
estaba bastante limitada.
Hubo otros factores importantes, como el precio del carbón,
que cada vez era más caro, así como el encarecimiento de su transporte hasta el
lugar de consumo. Por otro lado, la combustión del carbón es sumamente
contaminante y las ciudades comenzaban a sufrir las consecuencias del aumento
del consumo eléctrico. Sin embargo, el desarrollo y el crecimiento económico
exigen más consumo de energía y esto no pasó inadvertido para algunos
empresarios – tanto españoles como extranjeros - con visión de negocio. La
energía hidráulica era una solución barata y menos contaminante.
Restos de la primera presa bajo el Chotil aflorando tras el descenso del nivel de agua del embalse actual. |
Las empresas
iniciaron un proceso para tomar posiciones estratégicas en este nuevo mercado,
adquiriendo concesiones de explotación de los ríos y sus márgenes. Se
construyeron las primeras centrales hidráulicas, de pequeña envergadura, en
lugares que ya antes habían sido utilizados por las generaciones antiguas, por
ejemplo, donde hubo batanes o molinos, primeros artilugios rudimentarios que
aprovechaban la fuerza del agua.
La mayoría de estas primeras inversiones fracasaron por
falta de capital, tan necesario para afrontar el gasto de una nueva tecnología,
con máquinas que aún resultaban caras porque su producción estaba en los
inicios y no era muy competitiva. También suponía gran parte de inversión el
coste de transportar la electricidad por cables hasta el lugar de consumo.
Pero de este proceso de selección y maduración surgió con
fuerza Hidroeléctrica Española. Era una empresa bien estructurada, con
dirigentes y personal técnico cualificados,
apoyada en un estable grupo de socios y el Banco de Vizcaya.
En torno a 1890 ocurrió un hecho muy relevante, el
descubrimiento del transformador de corriente alterna, que posibilitaba el
transporte de la energía a cualquier distancia, y este hecho obligó a crear
grandes compañías eléctricas, capaces de generar un mayor volumen energético y
satisfacer la demanda urbana y de la industria.
Imagino que Lucas de Urquijo y Juan de Urrutia advirtieron
que era el momento oportuno, y con
metódica mesura supieron marcarse un objetivo factible, y discernir el cómo,
cuándo y dónde.
En el centro de la foto, asomando en la montaña, el exterior del embalse de presión forzada. |
Entre las diversas concesiones de explotación de ríos y
márgenes, comentadas anteriormente, Hidroeléctrica Española obtuvo la del rio
Júcar a su paso por Villa de Ves. Tras la exploración y estudio de todo el rio,
D. Juan de Urrutia decidió que el punto idóneo para construir su central era en
nuestro pueblo. No pasó desapercibido el desnivel provocado por la erosión
fluvial, que produjo estrechos y profundos pasillos, gargantas y hoces, cosa
que favorece el aprovechamiento de la energía potencial del agua.
Detalle del interior de la central abandonada. |
Este tramo del rio Júcar, elegido para ubicar la central, ya
había sido objetivo de otro empresario anteriormente; se trataba de D. Enrique
Gosalvez Fuentes, de Villalgordo del Júcar, en Albacete. Él obtuvo los derechos
de explotación desde Villalgordo hasta Villa de Ves para abastecer una pequeña
central que en 1898 suministraba energía a su empresa papelera de Villalgordo.
Vicente Jiménez en el centro de uno de los agujeros por donde accedían los tubos de conducción del agua. La proporción puede darnos una idea del diámetro de los tubos. |
En 1901, D. Enrique vendió los derechos de explotación de este
tramo del rio a Hidroeléctrica Ibérica y pasó a ser accionista de H. Española.
Una vez elegido el lugar para la central se le denominó El
Molinar. Este topónimo proviene de la existencia previa de dos molinos
harineros en el término de Villa de Ves.
Villa de Ves en primer plano y abajo en el río los restos de la primera presa. |
Uno de ellos estaba situado a nivel del río bajo la vertical de lo que aquí se
conocía como “el Chotil” del barrio del Santuario, cerca del emplazamiento de
la primera presa que se construyó en 1907.
El otro molino se encontraba en las
inmediaciones de la “Peña Zángara”, frente al poblado de los técnicos de
Hidroeléctrica.
Interior de la sala de máquinas con los agujeros de entrada de los tubos de alta presión. |
La construcción de la central:
Su construcción supuso una obra faraónica, un reto, quizá un
atrevimiento para la ingeniería de aquellos tiempos. No obstante, el proyecto
estaba bien planteado, bajo una excelente dirección y D. Juan de Urrutia tenía
experiencia de anteriores proyectos más modestos.
El comienzo de las
obras fue apoteósico, con la llegada de miles de trabajadores – aunque no hay
datos exactos se estima que en el momento álgido llegaron a la cifra de 3000
– la zona parecía un hormiguero de
gente, se tuvieron que abrir nuevas sendas, caminos y carreteras de tierra,
desmontar alguna ladera del monte, construir 4 km. de canales, una presa, un
embalse de presión forzada, el edificio de la central, túneles accesorios para
los nuevos accesos, alcantarillas en barrancos, barracones elementales para el
cobijo de los trabajadores, de hecho, a lo largo de los 4 o 5 km. de obras en
torno al río, cualquier cueva o refugio natural era habitado sin remilgos por
parte de los trabajadores de esas obras cerrando los huecos con paredes de
piedras apiladas y dejando un estrecho agujero como entrada. También se
construyó un poblado, a propósito, para
los ingenieros y jefes aquí destinados, incluyendo una capilla, escuela,
consultorio médico y otros pequeños edificios de diversos usos. La magnitud de
toda la obra impresiona hoy día si tenemos en cuenta la escasa tecnología de
aquella época, la maquinaria rudimentaria y el terreno tan hostil y aislado que
supone el cañón del río.
Detalle de una de las cuevas habitadas por los trabajadores durante la construcción de la central. |
Detalle de otra cueva habitada durante la construcción. |
El personal contratado:
Atraídos por la oportunidad de trabajo, acudieron ingenieros
de toda España y algunos extranjeros, también fue un reclamo para campesinos de
la zona, peones de los alrededores y de otras provincias, e incluso
portugueses. Los trabajos de peón eran durísimos, como hemos dicho, con
herramientas rudimentarias: Mazas, picos, palas, punteros, palancas de acero,
barrenos y dinamita. Eran largas jornadas de trabajo, de sol a sol. La comida
era escasa y las temperaturas extremas.
Sala de máquinas invadida por la naturaleza. |
El personal que gozaba de mejores condiciones eran: Los
ingenieros, arquitectos, los cargos de dirección, los capataces y los barreneros.
Muchos peones se especializaban en barreneros, sobre todo los más atrevidos
puesto que se pagaba mejor.
Otros trabajos bien remunerados eran los de herrero y carpintero.
Y siguiendo un orden descendente según la categoría: Cantero de labrar piedra, cantero sacador de piedra, mampostero, ayudante de mampostero, peón amasador, peón bracero, peón menor y pinche.
Otros trabajos bien remunerados eran los de herrero y carpintero.
Y siguiendo un orden descendente según la categoría: Cantero de labrar piedra, cantero sacador de piedra, mampostero, ayudante de mampostero, peón amasador, peón bracero, peón menor y pinche.
Las condiciones de trabajo fueron muy duras pero no peores
que en otros trabajos de aquella España tan atrasada. A pesar de los recursos,
Hidroeléctrica Española siempre tuvo entre sus prioridades la seguridad e
higiene en el trabajo, siendo pionera en este parámetro entre las empresas de
esa época.
También cabe destacar el uso masivo de animales de trabajo.
Se construyeron cuadras y se contrató
personal especializado en su cuidado. Abundaron las mulas, los burros y los
bueyes.
Foto de la central del Molinar desde el embalse de presión forzada. |
Desarrollo de las obras:
Lo primero fue construir nuevos accesos y una vez se
acondicionaba y se establecía una base donde dejar el material. Todos los materiales pesados llegaron al puerto de Alicante y
desde este, en ferrocarril, hasta Almansa, que dista del salto del Molinar 57
kilómetros, de los cuales, 42 kilómetros son de carreteras del estado y los
otros 15 fueron construidos por Hidroeléctrica Española para la ocasión.
Se extendía una red de brigadas de 40 o 50 trabajadores cada una, con capataces y encargados, con tareas específicas. Desde la carretera de Albacete a Casas de Juan Gil, Cm-332, se construyó una carretera en dirección a la casa de los cañizos, los lavajos, puente de Covalta, la casilla de Pepe el de Enrique, la rocha Juana, el cerro Zapatero y siguiendo su ladera descendía la carretera, diseñada para el paso de carros, diligencias y camiones pequeños hasta el punto denominado “ El Plano”, cuya importancia destacaré más adelante. Desde la casilla de Pepe el de Enrique, continuaba la carretera hacia las Herradas de abajo, hasta llegar al actual embalse; desde aquí hasta la central del molinar era un tramo de terreno quebrado y con gran desnivel, de la anchura de un carro para el transporte especial de piezas grandes y pesadas.
Se extendía una red de brigadas de 40 o 50 trabajadores cada una, con capataces y encargados, con tareas específicas. Desde la carretera de Albacete a Casas de Juan Gil, Cm-332, se construyó una carretera en dirección a la casa de los cañizos, los lavajos, puente de Covalta, la casilla de Pepe el de Enrique, la rocha Juana, el cerro Zapatero y siguiendo su ladera descendía la carretera, diseñada para el paso de carros, diligencias y camiones pequeños hasta el punto denominado “ El Plano”, cuya importancia destacaré más adelante. Desde la casilla de Pepe el de Enrique, continuaba la carretera hacia las Herradas de abajo, hasta llegar al actual embalse; desde aquí hasta la central del molinar era un tramo de terreno quebrado y con gran desnivel, de la anchura de un carro para el transporte especial de piezas grandes y pesadas.
En el horizonte, al fondo, se alza la Serretilla de La Pared, a los pies de la misma está el río. En primer plano camino que discurre por la Rocha Juana en dirección al río. |
El transporte de materiales y equipamiento:
La tecnología del transporte era también bastante primitiva,
como se ha señalado, reduciéndose a carros, animales y algún camión pequeño. Cuando
se tenía que transportar maquinaria pesada como las turbinas o los equipos
electrógenos, se usaban muchos bueyes tirando de carromatos.
Modo de transporte del material pesado hasta la central. |
Para su carga y
descarga se construían in situ trípodes con puntales de madera o troncos,
enganchando a los mismos un polipasto manual o quinal, y con fuerza humana o
animal, se elevaba la pesada carga.
Otra vía para el transporte de material era el punto
estratégico llamado “El Plano”, este lugar se eleva respecto del rio unos 120
metros y se allanó el terreno y se cimentó para soportar una estructura que
incluía unos raíles de hierro que descendían hasta el rio, con una inclinación
de unos 45º, por donde se deslizaba arriba y abajo una vagoneta sujeta a un
cabrestante. Daré más detalles de este ingenio en otra entrega de este blog.
Las turbinas:
En los primeros años de funcionamiento de la central
hidroeléctrica, se instalaron tres turbinas con sus correspondientes
generadores. Pero fue tal el éxito y el aumento de la demanda de electricidad
que se instaló una cuarta turbina.Estas cuatro turbinas eran de eje horizontal, basadas en
el sistema Francis, de dos rodetes y doble admisión. Su velocidad era de 428
revoluciones por minuto. Fueron suministrados por la empresa J.M.VOITH, de
Heidenheim.
Antiguo panel de mandos de la central del Molinar. Fuente archivo histórico de Iberdrola. |
En las fotos que
mostramos se pueden contar cuatro grandes tubos de conducción del agua a
presión que movían sendas turbinas. La producción de electricidad aumentó
exponencialmente y esto llevó a la central del Molinar a ser un referente en su
categoría a nivel nacional.
Obsérvese como descendían 4 tuberías hacia la sala de turbinas. |
Una turbina antes de su instalación, se puede apreciar el enorme tamaño al compararla con los hombres que aparecen a ambos lados. |
Los generadores:
Estaban directamente unidos a las turbinas. Su potencia
normal era de 5625 kilovoltio-Amperios, pero podían rendir un 20% más durante
tres horas.
Sección de un generador |
Los transformadores:
Los transformadores eran trifásicos, cada uno con una
potencia equivalente a la de un generador, es decir, 6750 K.
Cada transformador pesaba 21,5 toneladas. La caja de hierro
que lo contenía pesaba 6,7 toneladas , a lo que se añadía 18 toneladas del
aceite para refrigerarlo. En conjunto, cada transformador una vez montado
pesaba 45 toneladas.
Sección de un transformador |
Refrigeración de los transformadores:
Eran refrigerados por aceite, movido por una bomba
eléctrica. El aceite discurría por unos serpentines sumergidos en el agua. Este
sistema es muy eficaz pues disipa bien el calor y además era seguro pues el
aceite solo es inflamable a temperatura muy elevada.
A la derecha un transformador y en el centro la red de tuberias para la refirgeración, se introduce en el suelo por donde se sumergiría en el agua fria del río. |
Los lugareños:
Para los habitantes del pueblo supuso un impacto y causó
cierto estupor. Un pueblo tan tranquilo hasta entonces, tan aislado, sin apenas
carreteras, donde a duras penas se veía algún vehículo a motor, de pronto se
vio invadido por hordas de trabajadores, animales, maquinas y herramientas. Fue
para algunos la oportunidad de sumarse al progreso de la España industrial y
formarse en un oficio y para otros supondría un punto de inflexión a partir del
cual se iría extinguiendo la forma de vida rural y la llegada de” los nuevos
tiempos”.
HIDROELÉCTRICA ESPAÑOLA: UN SENTIMIENTO
H.E. tuvo, a partir de esta obra faraónica, un alma
paternalista y un espíritu de solidaridad con Villa de Ves y comarcas de
alrededor. Como se ha comentado, la comarca y su entorno suministró
trabajadores a esta gran obra, y muchos de ellos continuaron trabajando para
H.E. en otros proyectos. Incluso algunos llegaron a formar parte de la
plantilla estable de esta empresa. Muchas familias de la zona se convirtieron
en una saga de personal de H.E. – de “la Hidro” como se dice por aquí – y la
tradición se heredaba de abuelos a nietos. Este hecho dotó a estas familias de
unas condiciones económicas y laborales por encima de la media nacional,
mejorando sustancialmente la economía del lugar.
Coche de la época con el que los jefes de H.E. visitaban las obras hasta donde les permitía el terreno, el resto lo hacían con una diligencia. |
Como paisano de este pueblo, considero que todos los
habitantes pasados y futuros de Villa de Ves, podemos sentirnos orgullosos de
que la primera central hidroeléctrica que construyó H.E. fue la nuestra, la del
Molinar, y hemos contribuido con la electricidad que se generó aquí, al
desarrollo de ciudades importantes como Valencia, con sus primeros tranvías
eléctricos, sus bombas de riego para la agricultura; ciudades como Alcoi y su
industria textil y también Madrid, capital de España se benefició de
electricidad movida por aguas del Júcar.
Podemos estar orgullosos de haber contribuido a encumbrar a
Hidroeléctrica Española, que ha llegado a situarse entre las cuatro empresas
más importantes a nivel nacional, y entre las principales multinacionales del
mundo.
Visita recomendable a la central:
Su visita es del todo recomendable para conocer en vivo uno de los episodios olvidados de la construcción de esta central hidroeléctrica y a su vez del patrimonio histórico industrial de Villa de Ves, ya que muestra algunos de los mejores y más variados testimonios constructivos de lo que fue la central hace 106 años. A su vez, conocer esta zona in situ, invita a hacer excursiones con familia y amigos.
Su visita es del todo recomendable para conocer en vivo uno de los episodios olvidados de la construcción de esta central hidroeléctrica y a su vez del patrimonio histórico industrial de Villa de Ves, ya que muestra algunos de los mejores y más variados testimonios constructivos de lo que fue la central hace 106 años. A su vez, conocer esta zona in situ, invita a hacer excursiones con familia y amigos.
Excursión a la central de H.E. De izq. a dcha. Agustín Acitores, Alberto Arocas y Vicente Jiménez. |
Nota:
En una próxima entrega de este blog habrá una segunda parte
de este artículo, en el cual desarrollaré la construcción de la primera presa
bajo el chotil, la construcción del túnel de cuatro kilómetros para conducir el
agua, el embalse de presión forzada, el plano, el transporte de la energía,
etc.
Queridos lectores, con un abrazo me despido hasta la próxima
entrega.
Agradecimientos:
D. Pedro Jareño, por su aporte de documentación antigua.
A mi hijo, Vicente Jiménez Cruz, subdirector de este blog,
por la faena extra que le estoy dando.
A Julio Rosende y Laura Vélez por su colaboración con algunas de las fotografías.
A Jose Antonio Domingo, por dedicarnos parte de su tiempo y diverso material fotográfico de archivo.
A Jose Antonio Domingo, por dedicarnos parte de su tiempo y diverso material fotográfico de archivo.
Autor :Vicente Jiménez García.