Sentenciada y ejecutada
La carrasca La Bartolina era y fue un árbol singular y monumental, con unas medidas de copa , de ancho, altura y grosor de tronco extraordinarios; vamos, que si uno no ve esta carrasca no cree estas medidas, pero yo que la recuerdo perfectamente, doy fe de ella. Voy a daros unas medidas que considero buenas por ser ofrecidas por don Enrique García Pardo, que es uno de los vecinos más respetables de Villa de Ves y que, actualmente, vive, y se puede contrastar lo que digo aquí.
Enrique me dice que cuando él era joven recuerda perfectamente que entre él, su hermano Adolfo y su hermano Antonio, con los brazos estirados, no podían abarcar el tronco de la Bartolina, esto quiere decir que los tres hermanos, con los brazos estirados, medían una longitud de 5,40 metros, que es el perímetro que tendría el tronco, y a esta medida le aplico la fórmula para hallar el diámetro del tronco y me da una medida de 1,70 metros de diámetro de tronco, y basándome en esta medida REAL, me IMAGINO una copa de 24 a 25 metros de ancho, 18 a 20 metros de alto y uuna edad de 500 a 600 años MÍNIMO; por lo tanto, estimados amigos, por lo que aquí he expuesto, LA BARTOLINA se merece que la recordemos por ser un árbol singular, un MONUMENTO BOTÁNICO que todos los agricultores y pastores de aquellos tiempos la admiraban, y que era un punto de referencia en el campo para todos.
Con estas líneas quiero dejar un testimonio de que aquí hubo una gran carrasca con unas señas HISTÓRICO-CULTURALES que se merece que los hijos de los antiguos moradores del Villar, actualmente Villa de Ves, la recordemos y no la olvidemos, y sigamos transmitiendo a nuestros hijos que existió una carrasca con estas características. Es el SÍMBOLO DE NUESTRA COMARCA y se merece que la recordemos con respeto y admiración.
Otro vecino del pueblo la recuerda diciéndome que bajo su inmensa copa cogían perfectamente cuatro ganados de ovejas.
La Bartolina estaba situada a la derecha del camino del Viso, en un bancal junto a las Casas de Juan Navarro. Estas tierras están situadas en una zona honda que, cuando llovía o nevaba, esta tierra absorbía muy bien el agua y, a su vez, bien drenada, ya que por debajo de la tierra hay muchas piedras pero sueltas y grandes grietas, que con esta combinación hacía que fuese un terreno ideal para la carrasca ya que sus raíces penetraban en el subsuelo de la tierra, buscando la humedad, de tal forma que parecía que sus raíces quérían abrazar las entrañas de la tierra.
La Bartolina era de Pelayo que, por primar el tema económico, se la vendió a un carpintero de Casas de Ves para hacer muebles, y en esta decisión de Pelayo fue cuando fue sentenciada y ejecutada a muerte, UNA HORRIBLE DECISIÓN que, si hubiese sido en estos tiempos, se habría considerado un DELITO MEDIOAMBIENTAL, ECOLÓGICO Y NATURAL.