Un ejemplar arbóreo de excepcional tamaño que debería ser incluido en el catálogo de árboles singulares de la comunidad de Castilla la Mancha.
Encina de Molina. Sentado a su cobijo se encuentra paz y sosiego. |
Estimados lectores, aquellos que nos conocéis a mi familia y
a mí, sabéis que somos gente comprometida con el medio ambiente, que amamos a
la naturaleza, la botánica, y la historia y raíces de mi pueblo: Villa de Ves.
Por estos motivos dedicamos una nueva entrega del blog a la
encina de Molina, una joya arbórea que crece en Villa de Ves y que durante años
ha pasado desapercibida para la mayoría de la gente del pueblo; son muchos los
que han pasado por su lado y aprovechado su agradable sombra en los paseos
veraniegos, y sin embargo, pocos o ninguno saben cómo se llama. Pocos son los
que se han detenido a apreciar su excepcional tamaño y belleza y a pocos les
ha intrigado su edad.
Detalle del ramaje de la encina. |
¿Cuántas generaciones de antepasados habrán pasado por su
lado sirviéndose de su sombra? ¿Cuántas historias habrá vivido esta encina? Si
pudiese hablar ¿Cuántas anécdotas nos contaría de la gente de esta Villa?
Ubicación:
Ubicación de la parcela donde crece la encina, en la partida de la Gimena. |
La encina de Molina está ubicada a una distancia de 1´5 km.
de Villa de Ves, en el paraje denominado La Gimena, en la orilla de un camino
que nace a la izquierda de la carretera que va hacia la cercana aldea de La
Pared. Dicho camino enlaza con otro más importante que une Villa de Ves con
Balsa de Ves.
Historia:
Este camino, donde está ubicada la encina, tuvo relativa
importancia en el pasado, pues era el camino de herradura por donde se
desplazaban nuestros antepasados de la antigua Villa de Ves (actualmente Barrio
del Santuario) hacia el Reino de Valencia. Se utilizó también para controlar
las extensas posesiones del señorío de Ves. En épocas más contemporáneas se
utilizó para acceder a Balsa de Ves.
Insisto en resaltar la importancia de este camino porque en
época medieval el terreno era muy distinto a como lo conocemos actualmente, lo
que hoy son campos de cultivos, eran bosques de encinas y matorral. La
inestabilidad política de la reconquista católica, con sus pugnas con los
musulmanes, obligó a los señores feudales a ofrecer ventajas a los repobladores
para que se asentasen en las tierras reconquistadas. Para ello se otorgaron
tierras y permisos para roturar el monte y convertirlo en tierra cultivable. La
repoblación también trajo consigo la necesidad de producir leña para hacer
fuego para cocinar y calentar los hogares.
La suma de estos factores sentenció a los encinares que crecían desde Alcalá del
Júcar hasta los límites con el reino de Valencia entre los ríos Júcar y
Cabriel.
Sin embargo, no solo el cultivo de cereales fue la causa de
la tala masiva de árboles. Con el fin de la era medieval y la lenta llegada de
la era industrial, el crecimiento económico de las ciudades y la industria
conllevó un aumento en la demanda de combustible, la leña no era suficiente
para cubrir las nuevas necesidades y fue sustituyéndose por el uso del carbón.
El voraz consumo de energía aumentó el precio del carbón y esto atrajo a las
zonas rurales a los carboneros, que vieron en los encinares una oportunidad
para ganar dinero,produciendo carbón vegetal. Esto fue el golpe de gracia para el exterminio del bosque de
encinas de Villa de Ves.
Foto satelital donde destacamos grupos de encinares que están creciendo en los alrededores de Villa de Ves. |
Encinar en los alrededores. |
Apenas unos ejemplares se salvaron de estas agresiones, y
entre ellos estaba la carrasca de la Bartolina un ejemplar majestuoso
que actualmente ha desaparecido, y a la que ya dedicamos una entrada en este
blog http://olmodevilladeves.blogspot.com.es/2011/05/carrasca-la-bartolina.html
Otro ejemplar que ha sobrevivido es la encina de Molina,
protagonista de este texto. Podemos disfrutar de ella porque ha recibido los
cuidados apropiados, y una de las personas que se los ha prestado en los
últimos años es Alberto Arocas, quien se dedica a labrar el bancal donde crece
dicha encina. También fue el encargado de realizar una poda en el año 2012, con
gran cuidado y esmero, siempre con la supervisión de los agentes forestales de
la zona.
Edad estimada de la
encina:
Hemos realizado una estimación de la edad de este ejemplar
utilizando datos conocidos de otro ejemplar, comprado en unos viveros, y que plantamos en un campo de nuestra propiedad a la entrada de
Villa de Ves hace 20 años (fecha actual:2014)
El método empleado ha consistido en medir el perímetro de ambos
ejemplares a una altura de 120 cm del suelo.
Midiendo el tronco de la encina. |
Conociendo la edad de nuestra encina, hemos hecho una
inferencia estimando la edad de la encina de Molina mediante tablas de coeficiente
de crecimiento. Además hemos restado un factor de corrección para tener en
cuenta que esta encina se ha favorecido de la falta de competencia de otros
árboles que no le restan sol ni agua, así como, se ha beneficiado de podas de
formación. Todo ello ha favorecido que crezca más en menor tiempo que si
estuviese en un bosque. Por todo ello, hemos concluido que aproximadamente
tendría una edad de 400 a 450 años.
Medidas de la encina:
Según nuestros cálculos, este ejemplar tiene una altura de
10,50 metros y un ancho de copa de 12 metros.
El perímetro del tronco es de 2,60 metros (medido a 120 cm
desde el suelo).
Hemos utilizado dos métodos para calcular la altura. El
primero se trata de una aplicación para teléfono móvil que aprovecha el
acelerómetro incluido en los modernos teléfonos inteligentes, de tal forma que,
aplicando cálculos trigonométricos a los ángulos entre varios puntos de
referencia del árbol, proporciona como resultado la altura del objeto y la
distancia al mismo.
Carlos Rubio y Vicente Jiménez apuntando con el teléfono móvil para calcular la altura de la encina de Molina. |
Este método tiene un margen de error derivado de la
dificultad de apuntar con la cámara del teléfono a puntos muy concretos del árbol, como son el extremo
superior de la copa y el extremo inferior del tronco. Es un poco complicado
apurar estos puntos a una distancia suficiente para tener una buena perspectiva
de todo el árbol en conjunto. Hay que evitar obstáculos entre el observador y
el árbol, y el terreno debe estar lo más horizontal posible. El resultado con
este método fue de 10,40 metros de altura.
El segundo método empleado fue algo más rudimentario.
Un método que ya usara el filósofo griego Tales de Mileto hace 2500 años o los
egipcios en la construcción de sus pirámides. Solo se necesita la luz del Sol y
una cinta métrica. Conociendo la altura de un objeto o una persona, es decir,
una medida constante, y midiendo sobre el suelo la longitud de la sombra
proyectada, se compara con la longitud del objeto cuya altura deseamos
averiguar. En este caso la encina de Molina. Se debe colocar ambos objetos en
paralelo con respecto a los rayos del Sol para evitar errores por exceso o por
defecto.
Midiendo la sombra de la encina. Vicente Jiménez y Carlos Rubio. |
Además, se debe medir ambas sombras lo más próximas en el
tiempo para que el ángulo de incidencia de los rayos del sol no varíen con el
paso del tiempo; las sombras se alargan conforme avanza el atardecer. Así que,
volviendo a nuestra medida, con este método obtuvimos un resultado de 10,60
metros de altura. Muy similar a la obtenida con la aplicación del teléfono
móvil.
Para intentar compensar los posibles errores de ambas
medidas decidimos calcular la media de ambas medidas. Por tanto, damos como
dato definitivo: 10,50 metros de altura desde el suelo hasta el extremo
superior de la copa.
El ancho de la copa es de 12 metros.
Fruto de la encina y su aprovechamiento:
Media fanega llena de bellotas de encina. Al fondo, leña de encina apilada. Fotografía: Laura Vélez. |
La bellota formaba parte de la dieta de nuestros
antepasados. Cuando estaba seca se molía y con la harina resultante se
elaboraba un pan muy nutritivo que además poseía una buena capacidad de
conservación.
Probablemente les costaría refinar la técnica pues hay
diferentes tipos de bellotas y no todas son dulces - dependiendo de su
contenido en taninos- existiendo especies cuyas núculas pueden producir
intoxicaciones alimentarias.
Otros que se han
beneficiado de este fruto son los animales, tanto las aves que se refugian en
las copas de las carrascas como los mamíferos que se deleitan con este
exquisito manjar. Estos animales, contribuyen inconscientemente a la
distribución de la semilla al dejarlas a medio digerir y defecarlas por las
cercanías o incluso enterrándolas en escondrijos a modo de despensas - como
hacen algunos roedores y la corneja -donde algunas semillas llegarán a germinar dando
comienzo de nuevo al ciclo de la vida.
Además de la bellota, se obtiene otro alimento de la
carrasca: La miel de carrasca. Es una miel de color muy oscuro, muy rica en
sales minerales, especialmente en hierro (se recomienda para estados
carenciales de hierro, embarazadas y niños en época de crecimiento). Su sabor
es muy intenso y su riqueza en mielatos proviene del aprovechamiento que las
abejas hacen de la melaza que segregan los pulgones que parasitan a las
encinas.
En nuestra zona, el
Rincón de Ves, encontramos, pues, un biotopo compuesto por la carrasca y
animales como las ovejas y cabras, jabalíes, topos, conejos, ratones, liebres,
gato montés, ardillas, zorros, abubillas, cuervos, palomas torcaces, búhos reales,
lechuzas, urracas, etc.
Visita a la encina:
Cualquier época del año es buena para hacer una excursión
por la zona y visitar este magnífico ejemplar, la ruta que proponemos es apta
para todos los públicos y solo se requiere un equipamiento normal para dar un
paseo. Los aficionados a la ornitología pueden añadir a su equipo unos
prismáticos o un monocular, pues abundan diferentes especies de aves según la
época del año. También es frecuente, si uno es observador, ver brincar alguna
liebre asustada por el ruido que hacemos los humanos.
La ruta propuesta parte de Villa de Ves, andando por la
carretera que va hacia La Pared, cogemos el desvío a la izquierda que ya
indicamos en el mapa, en verano agradeceremos la sombra de la encina, y tras
disfrutar del paisaje, se puede regresar siguiendo el camino de tierra hasta
que enlaza con el camino que va de Villa de Ves a la Balsa de Ves, tomamos este
camino en dirección a Villa de Ves, es decir, a la izquierda y de este modo, si
miramos alrededor, podemos ver una mezcla de dehesa y campos de cultivo, donde
la encina está cobrando de nuevo el protagonismo que tuvo antaño.
La distancia recorrida al final de la ruta son 3 km., ideal
para una tarde de verano y hacer un ejercicio ligero para mantenernos sanos.
Ley de protección de árboles
singulares y propuesta de la encina de Molina como tal:
Citamos
un extracto de la revista Foresta, de la asociación y colegio de ingenieros
técnicos forestales,nº 47 y 48, de García Gómez, E. y Serrano Bravo, D.
La legislación vigente en Castilla-La Mancha es
la Ley 3/2008, de 12 de junio, de Montes y Gestión Forestal Sostenible de Castilla-La
Mancha, donde en el artículo 35 se incluye la definición de “Árboles y
Ejemplares Singulares”, que queda como: “Aquellos
ejemplares particularizados o
agrupados en pequeños rodales de cualquier especie vegetal, autóctona o alóctona, considerados excepcionales por su belleza, rareza, porte, longevidad, interés cultural,
histórico o científico, o cualquier
otra circunstancia que lo
justifique…”. Como se comprueba, va más allá de la norma que se aprobó
veinte años atrás, pues en la actual se prevé, además de aquellos ejemplares que
vegetan de forma espontánea y natural, la declaración tanto de ejemplares
plantados por el hombre como los de carácter alóctono.
Detalle del tronco y el ramaje de la encina de Molina. |
Detalle de las ramas estructurales principales con señales de poda de formación. |
En el punto segundo de esta ley
se establece que “la inclusión de un
ejemplar o grupo en el
Inventario supondrá la adopción por
parte de la Consejería de las medidas tendentes a conservar su integridad, así como para favorecer su estado vegetativo
y normal
desarrollo...”, y en el cuarto punto, “la Consejería podrá establecer convenios
con propietarios de terrenos en los que se encuentren árboles singulares
incluidos en el Inventario, aportando ayudas económicas y técnicas para la
adopción de medidas destinadas a mantenerlos en buen estado de conservación”.
A
pesar de esta legislación tan concisa, por la que un nutrido grupo de árboles o
formaciones podrían estar protegidos y cuidados para su buena conservación, son
muy pocos los ejemplares a los que se ha aplicado esta normativa.
Basándonos en el articulado de esta ley, la dirección de
este blog quiere aprovechar - con el permiso del lector – para hacer un
llamamiento al gobierno municipal del Excmo. Ayuntamiento de Villa de Ves,
solicitando que inicie los trámites pertinentes para que se catalogue y declare
árbol singular a dos ejemplares de este municipio:
- La encina de Molina
- El olmo de la plaza de D. Ángel Gómez Villena
Los motivos incluyen tanto la monumentalidad, la
belleza, historia, tradición, cultura y ecología.
Estimados lectores y vecinos de Villa de Ves, espero vuestro
apoyo y apelo a vuestra sensibilidad y amor por la naturaleza para que extendáis
este mensaje. Cuantos más seamos será más fácil conseguir mejoras para nuestro
pueblo.
Seguiremos trabajando para encontrar más joyas arbóreas de
nuestro término municipal.
Con un abrazo ecológico para todos, me despido hasta el
próximo artículo.
Vicente Jiménez García.
Colaboran:
Vicente Jiménez Cruz y Carlos Rubio.