Aproximaciones históricas[1]
y legendarias[2]
a Rodrigo Díaz de Vivar, “El Cid”, en tierras de Villa de Ves y La Manchuela.
al rey Iunes, et feriol tres uezes,
mas el moro estaba muy armado et el caballo del
Representación del Cid portando el pendón con el nombre de Xemena (su esposa Jimena). Ilustración: V. Jiménez Cruz para este Blog. |
Çid sallio mas adelante, et quando el torno, el
cauallero yua luenne, et nol pudo alcançar, et
metiosse en vn castiello que auie nonbre
Xurquera; et fasta alli duro el alcance”
Primera
Crónica General de España, capítulo 925.
“Fueron
rompidos los moros marroquines,
y huyeron, siguiéndolos de alcance los valencianos
hasta un castillo que llamaban Jurquera”[3]
Gaspar
Escolano.
[1]Para
las cuestiones biográficas, históricas y literarias se ha consultado y seguido
las siguientes fuentes y textos:
*
Fletcher, Richard: El Cid, 4ªed. (2007) Ediciones Nerea.
* Historia
Roderici (Gesta Roderici Campidocti), traducción de Emma Falqué.
* Carmen
Campidoctoris, traducción de Serafín Bodelón.
* Boix
Jovaní, Alfonso: Las batallas de Morella y Cuarte; revista Desperta
Ferro, nº40; Desperta Ferro Ediciones SLNE (marzo-abril 2017).
* Primera Crónica General de España, publicada por Ramón
Menéndez Pidal. Bailly-Bailliere e Hijos, editores. Madrid 1906. Consultado en
línea.
* Cantar de mío Cid, Castalia
ediciones, 2ªed (septiembre 1991). Colección Clásicos Castalia.
[2]Las
aportaciones legendarias de este texto son hipótesis, añadiduras o fábulas, que
(exceptuando estas últimas y que son las que atañen a las vivencias de Martín
Muñoz y a la existencia o no de la espada Colada) admiten un soporte y
fundamento histórico o geográfico; pudiendo ser pasajes o sucesos factibles. A
sensu contrario, tampoco se puede afirmar, evidentemente, su realidad
histórica incontrovertible o incuestionable.
[3]Décadas
de la historia de la insigne y coronada ciudad y Reino de Valencia, Gaspar
Escolano; Libro II, cap.XXIII. Terraza, Aliena y Compañía editores. Valencia
1878. Consultado en línea.
Hacia finales del año 1086 (o principios del 1087), El Cid (y tras victorias enjundiosas al servicio de Al-Mu’tamin de Zarargoza[4] en batallas como la de Almenar, en 1082, y la de Morella, en 1084) obtiene el perdón regio, otorgado por Alfonso VI de León.
Alfonso VI de León perdonando a Rodrigo Díaz ( Cid Campidoctor). Ilustración: V. Jiménez Cruz para este blog. |
[5]Rigió
la taifa de Albarracín entre 1045 y 1103.
Tropas de Berenguer Ramón II, Conde de Barcelona, asediando la ciudad de Balansiya (Capital de la taifa de Valencia) Ilustración: V. Jiménez Cruz para este blog. |
[6]Rey
taifa de Toledo entre 1075 y 1085. A partir de 1086 sería rey de la taifa de
Valencia con el apoyo de Alfonso VI.
[7]Berenguer
Ramón II, El Fraticida, Conde de Barcelona en el período comprendido
entre 1076 y 1097.
Por aquellos días ya el rey Yusuf[8]
había retornado a la península y sitió la fortaleza cristiana de Aledo[9].
Ante aquel ataque, el rey Alfonso VI (llamado “El bravo”) determinó formar un
numeroso ejército ante la amenaza almorávide sobrevenida. Alfonso insta a
Rodrigo a formar parte de su empresa y para ello lo cita en Villena.
Sitio de Aledo por parte de las tropas almorávides del Rey Yusuf. Ilustración: V.Jiménez Cruz para este blog. |
[8] Yusuf Ibn Tashfin (Marruecos, hacia 1009 - Marrakech, 1106)
Emir de Marruecos, fundador y primer emir de la dinastía bereber almorávide (1061-1106) y conocido por
sus invasiones constantes sobre tierra peninsular.
[9]Municipio
de la Región de Murcia, ubicado a las faldas de la sierra de Espuña y lindante
con Lorca y Totana.
Levanta el campamento el Cid y se encamina hacia el sur con su milicia y su impedimenta. Entre sus hombres figuran Martín Antolínez, Álvar Fáñez y Martín Muñoz[10]. Toda la hueste se mantiene unida y sortean el río Cabriel por Cofrentes. Una vez allí, el Cid (ante su disposición de tiempo, debido a que el Rey Alfonso aún se encontraba en Toledo) decide enviar a parte de sus hombres a una expedición en misión de reconocimiento de las tierras al oeste de Cofrentes. Entre estos últimos hombres se encuentra Martín Muñoz, quien explora los terrenos y pueblos cercanos, ribereños del río Júcar. Concretamente indaga sobre las celebérrimas fortificaciones de Jorquera, Alcalá del Júcar y Villa de Ves.
Martín Muñoz explorando las defensas del castillo de Ves ( Actual Villa de Ves) Ilustración: V.Jiménez Cruz para este blog. |
En esta última población reconoce el escarpado terreno y encuentra vía (aunque abrupta y violenta) para franquear el río. Durante estas indagaciones expedicionarias Martín Muñoz conoce accidentalmente a la mora Ghazela, de la cual se enamora fulmíneamente, prometiéndole volver tan pronto como las circunstancias le sean favorables.
Ghazela en su aposento del castillo de Ves. Ilustración: V.Jiménez Cruz para este blog. |
Tras este rastreo de las
tierras de Villa de Ves, inspecciona Alcalá del Júcar y Jorquera, ambas con
imponentes murallas, distinguidas fortificaciones e ilustres castillos.
Traspasa Martín Muñoz el Júcar por Jorquera y de allí va a reunirse con el Cid
en Onteniente.
[10]Señor
de Montemayor y Conde de Coimbra. Aporta temporalmente sus funciones en las
filas del de Vivar. Como ya se advirtió, su presencia en este texto (al margen
de su realidad histórica, al igual que ocurre con Álvar Fáñez y Martín
Antolínez en este escueta presencia y mención) responde a una finalidad
fabulosa.
Alfonso VI, airado con Rodrigo, le desposee de sus privilegios, derechos y heredades. Ilustración: V.Jiménez Cruz para este blog. |
Era ya cercano el año 1090. Triste y melancólico, Rodrigo se instala en Elche. Desde allí comenzará a asolar y depredar la taifa de Denia (Polop, Ondara, etc.) a la que sometió a pagos para el sostenimiento y mantenimiento de la paz en aquellas demarcaciones. Continúa su campaña hacia tierras de Valencia, donde el atemorizado gobernador al-Qadir compró la paz al Cid para evitar mayores contiendas, derramamientos o saqueos.
Así, llegó el Cid a posicionarse en Burriana. Ante aquella disposición estratégica, Al-Mundir[11] y Berenguer (Conde de Barcelona) vieron amenazados sus territorios y protectorados por el Campeador. Al-Musta'in II de Zaragoza previno al Cid de una inminente ofensiva contra su destacamento. Las tropas cidianas (inferiores en número) se refugiaron en Herbés[12]. Tras una ácida y mordaz polémica epistolar entre los adalides de ambas facciones, se desató la batalla del pinar de Tévar, donde se impusieron (alentados, según cuenta la leyenda, por la fe en la ornitomancia del burgalés de pro) las tropas de don Rodrigo. Asolaron el campamento catalán. Incluso hicieron preso al Conde Berenguer, a quien incautaron la fabulosa espada Colada[13].
Rodrigo Díaz de Vivar practicaba la ornitomancia: Adivinación del futuro por medio de la observación de las aves; su canto y su vuelo. Ilustración de V. Jiménez Cruz para este blog. |
Soldado del Cid muestra la fabulosa espada "Colada" capturada como botín de guerra. Ilustración de V.Jiménez Cruz para este blog. |
Rodrigo, herido en la batalla tras caer del caballo, regaló este acero a
Martín Muñoz, quien socorrió al Cid en este
trance y salvó la vida del mismo cuando éste decayó de su montura.
Martín Muñoz atiende al Cid que yace magullado tras caer de su caballo. Ilustración de V.Jiménez Cruz para este blog. |
__________________________
[12]Tierras
aledañas a Morella.
[13]La
presencia fantástica de la Colada aparece también en el Cantar de Mío Cid
(vv. 1008-1011) tras la Batalla del pinar de Tévar.
Tras el suculento botín obtenido en este último enfrentamiento, el Cid
acudió a tierras zaragozanas, donde acordó paz con Berenguer Ramón II. Antes de
retornar a tierras valencianas, restañó sus heridas y descansó en Daroca.
Reconstituida la salud de Rodrigo (que, al parecer, rozó tintes de verdadera
gravedad), a finales del año 1090 conduce su paso hacia el mediterráneo. Holló
el suelo de Burriana y Cebolla[14],
a la par que al-Qadir satisfacía los tributos pactados.
Máxima expansión del imperio almorávide durante el reino de Alí ibn Yusuf, inicio del s.XII Creditos Mapa: https://www.wikiwand.com/es/Almorávides |
Yúsuf ibn Tašufín, fundador del Imperio almorávide y primer emir almorávide de al-Andalus.Ilustración de V.Jiménez Cruz para este blog. |
Las tropas cidianas resuelven abandonar las tierras edetanas con
inmediatez y principiar un éxodo meridional. Partieron las mesnadas dirección a
Granada al encuentro del rey Alfonso (entre las
cuales se encontraba Martín Muñoz). Marchó este último a la vanguardia para
facilitar la travesía del ejército hasta Granada, conocedor como era de las
tierras bañadas por el Cabriel y el Júcar. Así, Martín espoleó su montura y
cabalgó velocísimo desde Liria. Condujo su galope por Buñol y Requena. Decidió
franquear el Cabriel por Fuente Podrida[15],
llegando desde allí hasta Alborea. Una vez allí sintió la fuerte tentación de
visitar a Ghazela en las proximidades de Ves. Resistió el impulso: Alfonso
estaba camino de Granada, y el Cid y sus hombres (a la retaguardia) esperaban
sus indicaciones relativas al mejor itinerario hasta la antigua Elvira[16]. Descendió,
pues, hacia el sur, tratando de examinar el paso del Júcar por Jorquera.
Llegado a Abengibre pudo comprobar cómo el área del castillo de Jorquera y sus
poblaciones lindantes al noroeste estaban fuertemente defendidas por
destacamentos musulmanes. La situación favorecía su deseo de sortear el Júcar
por Ves. Martín mandó un heraldo (Mercurio alado medieval) al Cid, que
aguardaría en Alborea para reiniciar desde allí una mejor ruta. El grueso del
ejército del Cid cruzaba ya por entonces Fuente Podrida.
Ejército del Cid cruzando el río Cabriel a su paso por Fuente Podrida ( actual Villatoya) cerca de los dominios de Ves. Ilustración de V. Jiménez Cruz para este blog. |
Reunidos, entonces, en Alborea la facción de Martín Muñoz y el resto de soldados del Cid, aquel vuelve a la vanguardia y escruta el camino que, traspasando Zulema, sortea el Júcar por Ves. Aprovechándose de ser avanzadilla, Martín Muñoz llega a Ves, donde consigue citarse con Ghazela (sus ojos fulgen como la novísima Colada).
Martín Muñoz y Gazhela se reencuentran en la población de Ves. Ilustrado por V. Jiménez Cruz para este blog. |
El Cid rebasa el río por el paso dificultoso y agreste de Ves, y guiados por el conocimiento de Martín encuentran normalidad desde Al-Basit[17] hasta adentrarse en la taifa de Granada.
[15]Actualmente
tierras adyacentes a la población de Villatoya, perteneciente a la provincia de
Albacete y fronteriza con la provincia de Valencia.
[16]Granada.
[17]Albacete.
Alfonso y el Cid se reúnen en Martos[18]. Con sus fuerzas ya aliadas se disponen a instalarse en las cercanías de Granada. Rodrigo determina posicionar sus tropas en una situación preeminente y relega a las del rey a un emplazamiento secundario. Esta actitud vuelve a granjearle un aluvión de críticas a Rodrigo. En cualquier caso, y ante el decorado que atisbaba, Yusuf decide no presentar batalla y la legión alfoncidina abandona Granada, pernochando en Úbeda. El Cid ha entreabierto las antiguas heridas en el rey al pecar de soberbia (según el criterio real) en la impertinente disposición de sus tropas antes de la contienda frustrada en Granada. Rodrigo intenta persuadir al rey en sus pensamientos y trata de probar que su comportamiento atendía a criterios proteccionistas para con el soberano leonés. La herida soberana sangra y supura: Alfonso se dispone a un nuevo desligamiento del Cid.
[18]Población
perteneciente a Jaén, al igual que Úbeda.
Tras este suceso el rey Alfonso decide volver a Toledo, mientras que
Rodrigo parte a Morella por la ruta mediterránea. Soldados del Cid desertan de
su ejército en favor del de Alfonso. Martín
Muñoz permanecerá como adalid de Rodrigo. Como única condición para continuar
en su escuadra, Martín solicita volver a Morella por la ruta interior, so
pretexto de nuevas misiones de reconocimiento del terrerno y del estado social
de los territorios. En el magín de Martín -por supuesto- sobrevolaba algún
encuentro furtivo con Ghazela.
Martín Muñoz, fiel a su Cid, es reconocido como adalid de su ejército. Ilustrado por V. Jiménez Cruz para este blog. |
Navidades de 1091 en Morella. Poco después, a inicios de 1092, el Cid renueva sus alianzas con Al-Musta'in II de Zaragoza al tiempo que Alfonso inicia un acercamiento a Valencia: pretende marchar hacia el este para demostrar a Rodrigo y a los soberanos musulmanes quién era el verdadero señor de aquellas tierras tributarias. Ya era entrado el año 1092 y el Cid decide responder a la actitud de Alfonso en Valencia. Así asoló, devastó e incendió territorios riojanos detentados por el Conde García Ordoñez[19] (hombre del rey que había promovido la inquina y la murmuración contra el Cid en la corte de Alfonso), territorios que, a su vez, estaban bajo gobierno del rey leonés.
[19]Noble
castellano emparentado con el rey Alfonso VI. Fue Conde de Nájera desde 1081
hasta su muerte en la batalla de Uclés en 1108
El Cid devastó e incendió territorios riojanos del Conde García Ordóñez, quien promovió la inquina contra él en la corte del rey Alfonso VI. Ilustrado por V. Jiménez Cruz para este blog. |
Martín Muñoz blande con destreza su espada "Colada" durante el cerco a la ciudad de Balansiya ( Valencia) para derrotar al usurpador Ibn Yahhaf. Ilustrado por V. Jiménez Cruz para este blog. |
[20]Según
diversas fuentes, la condena que padeció Ibn Yahhaf tras asesinar a Al-Qadir
consistió en ser quemado en vida. Otras referencias apuntan a que pude ser
lapidado, como se relata en la Primera Crónica General de España, capítulo
920 in fine.
El cadí Ibn Yahhaf pide clemencia al Cid tras la rendición de la ciudad. Ilustrado por V. Jiménez Cruz para este blog. |
Abu Muhammad ibn Ibrahim ibn Tasufin, sobrino de Yusuf, al frente del ejercito almorávide que pretendía tomar la ciudad de Valencia. Ilustrado por V. Jiménez Cruz para este blog. |
La Balansiya continuaba a los pies del Campeador y el ejército almorávide era sometido por primera vez en la península.
Puestos éstos en fuga[21], el Cid resolvió perseguir al comandante Muhammad. Contaba con ello Rodrigo con un escuadrón de sus mejores hombres, con Martín Muñoz a la cabeza. El ejército recién doblegado dispuso su marcha hacia territorios domeñados por los musulmanes. Una ruta natural de huida era tomar la dirección sureste. Jorquera sería su destino final.
[21]En
lo relativo a esta fuga se siguen, fundamentalmente, los hechos narrados en la Primera
Crónica General de España (cap.925). En este capítulo se relata la huida
del llamado “rey lunes” desde Valencia hasta Xurquera (en la actualidad
Jorquera). Realizamos una posible recreación de la escapada, proponiendo un
itinerario geográfico factible y la añadidura fantástica de los asuntos de
Martín Muñoz.
Escuadrón mandado por el Cid para perseguir a Muhammad. Ilustrado por V. Jiménez Cruz para este blog. |
La fuga de Muhammad se dirige entonces hacia Buñol. Sobrepasa el puerto de las Cabrerizas y su entorno encabritado, puesto que debe evitar el paso por Requena. Su éxodo prosigue por Alborache y Macastre, donde no encuentra auxilio suficiente por lo inhóspito y deshabitado de la zona por aquella época. Atraviesa la sierra de Martés y el Chirrichana hasta los extensos dominios de Ves. Los del Cid vienen a la zaga. Martín Muñoz se adentra en terrenos conocidos y deseados en pos del almorávide.
Figuración de Ves y su castillo bajo dominio musulmán. Ilustrado por V. Jiménez Cruz para este blog. |
Gazhela observa, preocupada, el desarrollo de la escaramuza. Ilustrado por V. Jiménez Cruz para este blog. |
La mítica espada "Colada" cae de las manos de su dueño, Martín Muñoz. Ilustrado por V. Jiménez Cruz para este blog. |
Muhammad ibn Tasufin llega a salvo al castillo de Xurquera ( Jorquera) Ilustrado por V. Jiménez Cruz para este blog. |
Ghazela, guardiana del secreto escondite de la espada "Colada" Ilustrado por V. Jiménez Cruz para este blog. |
"Colada" reposa en algún lugar de la actual Villa de Ves. Ilustrado por V. Jiménez Cruz para este blog. |
Texto original escrito por Carlos Rubio Garro.