D.Fructuoso García Escobar † |
Estimados
lectores, en esta entrada del blog, os voy a relatar una biografía breve de
nuestro paisano Fructuoso García Escobar: “Fortu”. Nacido en Villa de Ves en
1944, es sobrino de Evencio García y Pepe – el de la Sagrario - . Dado que
estudió teología en el seminario, es conocido como “el fraile”.
Es un escritor, cuya carrera está
respaldada por varias obras y trabajos literarios. Pero no solo destaca por
su faceta literaria, además destaca como ser humano,
padre y esposo.
Es un
defensor de los derechos humanos, de los pobres, los desheredados y
descamisados. Un activista que lucha contra la pobreza e injusticia del mundo.
En los años setenta perteneció a una asociación cultural, dirigida por un grupo
de intelectuales, desde la cual trabajó y luchó por el cambio del régimen, para
instaurar la democracia en España, y estimular el progreso del país y todos sus
ciudadanos.
También
puedo afirmar que es una persona muy humilde, reacia a darse publicidad; y es
una condición impresa en sus genes pues todos los mayores de Villa de Ves
recuerdan que sus abuelos – tanto maternos como paternos – y sus padres eran
unas excelentes personas y tenían este don.
Por todo lo
dicho aquí y por lo que podéis leer a continuación, nuestro paisano Fortu
merece ser recordado como un gran hijo de Villa de Ves. Podemos
enorgullecernos de tener en el pueblo una persona con una inteligencia
iluminada y un gran corazón, un hombre bondadoso y generoso.
BREVE BIOGRAFÍA DE FRUCTUOSO GARCÍA
ESCOBAR
FAMILIA Y
LUGAR DE NACIMIENTO
Fructuoso
García nace en Villa de Ves (La
Villa ), provincia de Albacete, el día 21 de enero de 1944.
Hijo de Víctor García González y
Mercedes Escobar Pérez.
Los abuelos
paternos se llamaban Bonifacio y Julia. Fructuoso –“Fortu”, tanto para la
familia como para todos sus paisanos – no conoció a sus abuelos paternos, ya
que Bonifacio murió cuando su hijo Víctor apenas tenía 16 ó 17 años y Julia
también se fue de este mundo un par de años antes de que “Fortu” naciera. Ambos
antepasados eran naturales de La villa.
Los abuelos
maternos fueron Pedro –más conocido como el “Moreno”- y Manuela, él nacido en
Hoya Gonzalo y ella en Pétrola. Mercedes –madre de Fructuoso- nació
en Corral Rubio, municipio cercano a la capital de Albacete. A los abuelos
maternos, no sólo tuvo la dicha de conocerlos, sino también la alegría y gozo
de compartir con ellos bastantes años de su vida.
Fructuoso
nace en un hogar humilde, de unos padres y abuelos humildes, como casi la
mayoría de los habitantes de ese pueblo humilde que era y es VILLA DE VES.
Nació en una casa propiedad de La
Sara , ubicada justamente al lado, colindante, de la vivienda
de La Sara ; esta
casa pronto la dejaron sus padres para mudarse a otra vivienda –también
alquilada- situada en la calle de Las Parras.
TIEMPO DE
JUEGOS Y TRAVESURAS
La infancia
de “Fortu” fue un tiempo feliz en su vida, teniendo en cuenta incluso una serie
de carencias básicas, en momentos determinados de aquella época gris y triste.
Fue una infancia plena de libertad, libertad
vivida en una naturaleza virgen y, en algunos lugares, hasta salvaje.
Estuvo siempre lleno de vida inquieta y desbordante. En el hogar, en torno a él
tuvo a sus padres, a sus cinco hermanos: Victoria, Orosio, Manolita, Teresa y
José Antonio, que le hicieron la vida muy grata; también tuvo muchos primos,
entre los cuales destacaremos a Julio, hijo de su tío Evencio, con el que
compartió juegos y travesuras. Fuera del entorno familiar siempre estuvo
rodeado de múltiples amigos, compañeros de juegos y de tremendas diabluras.
Fructuoso posando junto a los restos de la casa donde nació, en el actual barrio del Santuario de Villa de Ves. Se puede apreciar en el centro de la imagen el antiguo horno de la casa. |
Fructuoso fue un guacho revoltoso e inquieto, pero eso no le impidió sentir una profunda admiración y fervor por todo lo referente a la religión, a
Foto de Fortu en edad escolar. |
En esos años
de infancia, el destino quiso que fuese asignado a La Villa un maestro llamado
José Carrasco Montero, de Alatoz. Era
este maestro un hombre liberal, honesto, trabajador y amante de su profesión.
Muchas veces le hemos oído decir a Fructuoso, que este maestro fue una de las
personas que más influyeron en su vida, sobre todo en su vocación literaria.
Don José era escritor, era poeta y ensayista, también dramaturgo; esta vocación
la vivía profundamente, pero no sólo la vivía para sí, sino que también trataba
de transmitirla a sus alumnos. A veces, en sus clases, les leía poemas suyos,
fracciones de composiciones literarias creadas por él, escenas de obras
teatrales que acababa de escribir; en otras ocasiones, fuera de horario escolar
–muchas veces, en paseos peripatético, como Sócrates, por las eras de los
Poyatos u otros parajes de ese bello entorno que rodea a La Villa-, era sólo un
pequeño grupo de privilegiados los que disfrutaban de su gran pasión literaria.
Don José
prodigó un cariño especial a “Fortu”. Lo
veía tan despierto, tan inquieto, tan travieso y tan interesado por sus
creaciones literarias que pronto vio en él un posible estudiante. Un día, lo
tomó a parte de los demás alumnos y le preguntó si le gustaría estudiar para
cura; él sabía de los pocos posibles que los padres de su alumno predilecto
tenían para poder pagar a su hijo unos estudios; por tanto, el seminario era un
buen camino para estudiar. El muchacho que, ya entonces, disfrutaba viviendo en
torno a la Iglesia ,
pronto respondió afirmativamente a su maestro. A los pocos días, don José tomó
del brazo a “Fortu” y se fue a hablar con sus padres sobre aquel asunto.
Desgraciadamente
–o por suerte, nunca se sabe- la familia emigró a Barcelona y todo aquel
proyecto quedó en agua de borrajas. Pero el maestro nunca se rindió: desde La Villa escribía cartas a su
alumno estimulándolo a seguir con su vocación y a estudiar con el máximo
empeño; en esas mismas cartas, siempre había unos párrafos para los padres de
“Fortu” en los que les instaba a que lucharan por conseguir que su hijo
ingresara en algún seminario. Y, efectivamente, a los pocos meses de estar en
Barcelona Fructuoso ingresó en el seminario que los Padres Dominicos tenían en
Cardedeu, una población de la provincia de Barcelona.
TIEMPO DE
ESTUDIO, TIEMPO DE ORACIÓN
Fructuoso
ingresó en el Seminario de los Padres Dominicos, cuando apenas era un niño. En
su interior estaba convencido que había sido llamado por Dios para ser sacerdote, para salvar hombres, para
salvar mujeres, para salvar almas, en definitiva.
Para
conseguir lo que el señor quiere de él, hay que estudiar y rezar. “Fortu” se
entrega plenamente a ello. Foto del grupo de alumnos del seminario. |
En el
Seminario Menor estudia el bachiller. Esta es una etapa dura, muy dura, para
unos niños. Existe una disciplina rígida, muy rígida; incluso en esa etapa de
su vida pasa hambre, ya que son tiempos difíciles y los Padres Dominicos no
consiguen todos los recursos para alimentar a tantos muchachos. Las horas de
estudio y las clases son muchas, mas él convencido de su vocación pone todo su
esfuerzo y supera todas las pruebas con éxito.
Otro aspecto
importante, incluso más importante que el estudio, es la oración; tanto él como
sus compañeros pasan horas y horas, al día, rezando. A “Fortu” esto no le
resulta difícil, ya que sabe que eso es lo que le pide Dios y él no quiere
fallarle.
Concluido el
bachiller, con apenas diecisiete años toma los hábitos y comienza el año de
noviciado: un año duro, difícil, descarnado, tremendamente severo tanto física
como mentalmente. Sin duda alguna el
noviciado es el año más riguroso en la carrera de todo religioso. En este curso
son bastantes los compañeros que abandonan la llamada de Dios, vuelven al
mundo, se rinden. Fructuoso sigue, concluye el noviciado y pasa al Seminario
Mayor para seguir los estudios de filosofía.
ESTUDIOS DE FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA
Comienza los
estudios de filosofía y encuentra en ello una gran satisfacción, quiere beber
en la fuente del saber; le agrada averiguar el “por qué” de todas las cosas, de
todo conocimiento, de todo estado anímico: su esencia, sus causas, sus efectos,
su evolución, etc.
En segundo
curso de filosofía se le abren ya muchos interrogantes sobre Dios, sobre la Iglesia , sobre su
vocación, a los que no puede dar una respuesta clara y convincente. Es en este
curso cuando entra en crisis, crisis vocacional, crisis de fe. No obstante
aconsejado por su profesor de psicología, el Padre Emilio Pizarro –otra persona
muy influyente en su vida-, Fructuoso
continúa estudiando, rezando. Sigue adelante, concluye los estudios de
filosofía y marcha al Instituto Teológico que los Padres Dominicos tienen en el
Vedat (Valencia). Allí comienza los estudios de teología, pero antes de
finalizar el curso ve claramente que aquel no es su camino y, por fin, deja los
estudios eclesiásticos. Se marcha del seminario.
NUEVOS TIEMPOS, NUEVA VIDA
Con la
convalidación de los estudios eclesiásticos obtiene el título de maestro. Y, de
inmediato, comienza a trabajar en un colegio privado dando clases; mas en
aquella época (años 1966-67) la enseñanza estaba muy mal pagada. Entonces, al
mismo tiempo que imparte clases, comienza a estudiar peritaje mercantil y,
concluidos estos estudios, se presenta a unas oposiciones para empleado de
banca, las supera y ésta será su nueva profesión con la cual llegará hasta la
jubilación.
TIEMPO PARA VIVIR, TIEMPO PARA AMAR
Aquí
comienza el capítulo más importante de su vida. Instalado en casa de sus
padres, en Santa Coloma de Gramanet. Centrado en su trabajo y en sus estudios,
se integra en un centro cívico cuyas actividades son de tipo cultural y social;
también, aunque indirectamente, en escarceos políticos, ya que en el centro hay
varios sacerdotes obreros y son ellos los que dirigen las actividades:
excursiones, lecturas comentadas, obras de teatro, cinefórum, etc. En este
centro “Fortu” conoce a una joven: Trini, Trinidad Alcázar, de la que se
enamora y unos años más tarde se casa con ella.Foto de la boda de D.Fructuoso García y Dª Trinidad Alcázar |
Con Trini
compartirá su vida casi cuarenta años: años felices, muy felices. Con ella
comparte actividades culturales, sociales y viajes; ambos son muy aficionados a
viajar, juntos conocen España y, también, países de Europa, África, América
Central y América del Sur. Pero lo más importante para el matrimonio serán sus
hijos: Mónica y Jordi. Desgraciadamente, hace poco más de un año, una maldita
enfermedad arrebató a Trini de su lado.
Un matrimonio muy feliz. |
TIEMPO DE LITERATURA
Desde muy
joven, siendo aún un niño, Fructuoso se siente atraído por la literatura. Será
su maestro don José Carrasco quien le inculca aquella afición, sobre todo
propiciado con la lectura frecuente de sus composiciones literarias, como ya se
ha indicado anteriormente. Después, más tarde, ya en el seminario será un Padre
Dominico –Vicente Tortajada-, su profesor de literatura en los cursos de
bachiller, quien acaba de engancharlo en ese mundo tan fascinante de la
creación literaria. Este profesor funda una revista, de ámbito interno, en la
que escriben profesores y algunos alumnos; es en ella donde “Fortu” a los
dieciséis años publica su primer artículo. Asimismo durante los años de
estudiante de filosofía colabora, de nuevo, en otra revista del estudiantado.
Más tarde,
ya en el mundo civil, a los pocos años de haber dejado los estudios clericales
comienza a escribir en diversas revistas y periódicos:
A principio
de los setenta colabora esporádicamente con EL Correo Catalán, también lo hace
en Grama (revista editada en Santa Coloma de Gramanet), es colaborador habitual
de Delta (El Prat de Llobregat) desde su fundación (mediados de los setenta)
hasta el año ochenta; desde el año ochenta hasta el ochenta y seis colabora con
el Heraldo de Aragón (Zaragoza), del que es corresponsal en la comarca de Daroca
(Zaragoza). Posteriormente ha escrito en varias revistas literarias, entre
otras ha publicado en Peliart (editada en Madrid); en la revista Mundo Social,
del IMSERSO; en la revista virtual de los FCG. Actualmente, desde hace algo más
de año y medio no tiene ninguna actividad literaria; sólo imparte clases, a
personas mayores, de Gramática Española e Historia de la Lengua Española ,
en una ONG llamada “Cultura Viva”, en SantBoi de Llobregat.
D. Fructuoso en el acto de presentación de una novela. |
En su currículum literario, citaremos sólo algunos premios,
todos de relatos cortos: en 1988 el primer premio en el concurso convocado por
CABAR (Barcelona), con el cuento “Ausencia”. En 1990, obtiene el
BIBLIOTECA AUSTRAL (Barcelona), con “Mercaderes
en el Templo”. En 1996 el concurso intercaixas, convocado por Caixa Manresa,
con la obra “Fuera continuaba lloviendo”. Y los dos últimos obtenidos fueron
los del IMSERSO de 2009, con el relato titulado “Mi madre quería ver el mar” y
en 2010, también el primer premio con la narración “El Regalo”. Ambos trabajos
publicados en internet y en revista “Mundo Social”.
Además de sus artículos y relatos cortos en revistas y
periódicos también ha publicado una novela larga, con el título “La Sombra de Dios”. Hace sólo
cuatro años publicó: “Gracias a la vida”, un libro que comprende una selección
de narraciones breves escritas a lo largo de su vida.
Fructuoso, a veces, piensa y se reprocha no haber escrito
nada sobre La Villa ,
o casi nada –sólo recuerda haber publicado un artículo sobre La Villa , en los años setenta,
en la revista Delta-. Aunque es cierto que cuando se jubiló, contempló la
posibilidad de hacer un libro sobre la historia de La Villa. Pero ello le
suponía desplazarse al pueblo una larga temporada para hablar con sus paisanos;
para investigar en los archivos municipales y provinciales, etc. Total, lo
descartó. Pero “Fortu” siempre ha estado prendado de su pueblo.
FAMILIARES Y AMIGOS NOS HABLAN DE
FORTU
D. José Escobar y Dª Sagrario García, tios de Fortu. |
Foto de Pepe y Sagrario junto a Fortu. |
D. José Escobar y Dª Sagrario García, tios de
Fortu. Actualmente viven en Villa de Ves y al preguntarles por Fortu a los dos
a la vez se les ilumina la cara con una sonrisa de oreja a oreja. Ambos afirman
que es muy listo y que lo quieren mucho. Dicen que siempre ha sido un sobrino
especial para ellos.
Dª Fulgencia García Molina |
Dª Fulgencia García Molina, nacida en Villa de Ves
y con noventa años de edad, posee una buena memoria y nos recuerda que Fortu
asistía a clase con su hermano Inocencio y su hijo Rogelio en la escuela del
pueblo y ya entonces tenía fama de ser un alumno adelantado y uno de los más aplicados de
la escuela.
D. Ángel García Pérez y Dª Angelina Gómez Fernández |
D. Ángel García Pérez y Dª Angelina Gómez Fernández, nacidos
en Villa de Ves y actualmente residentes en Barcelona. Este matrimonio nos
recuerda el don de hospitalidad y la bondad que tenían los padres de Fortu, Dª
Mercedes y D. Víctor, pues por el año 1957, siendo recién casados Ángel y
Angelina emigraron del pueblo a Barcelona y fueron acogidos por aquellos en su casa, cediéndoles una habitación
durante varios meses hasta que encontraron una casa de alquiler, a pesar de que eran familia numerosa con seis
hijos.
Ángel y Angelina lo
recuerdan con especial agradecimiento. Con este testimonio solo pretendo
demostrar la bondad de Fortu y su familia.
Conclusión reflexiva. Mi punto de
vista.
El pequeño Fortu, en sus primeros años de vida, en la época
de ir a la escuela del pueblo, era un niño extrovertido, con muchas
inquietudes, muy espabilado. Se puede apreciar en la foto de la escuela que era
un niño inteligente y que – como se dice por aquí – lo cogía todo al vuelo.
Fortu destacaba entre todos los compañeros de clase y esto no pasó desapercibido
para su maestro, un gran maestro, D. José Carrasco Montero, de Alatoz,
Albacete. Él supo ver la capacidad de aquel niño para estudiar la carrera que
quisiese. Sin embargo, antiguamente y más en estos pueblos pequeños, los
maestros conocían muy bien a los padres de los niños, y D. José era consciente
de las pocas posibilidades económicas que tenían los padres de Fortu, y esto
supondría un obstáculo para el futuro académico del chaval. Era una familia
pobre como cualquiera de las demás de la zona.
Pero D. José no se rindió fácilmente. Por la información que
tengo de los mayores de la zona, el maestro era católico pero no practicante;
los domingos no acudían a misa ni él ni su esposa. A pesar de ello, llegó a la
conclusión de que la única posibilidad para el futuro de Fortu iba a ser
iniciarlo en la religión para orientar su carrera hacia el seminario.
De este modo guió y aconsejó a su alumno y a sus padres en
el pueblo, y para cuando esta familia tuvo que emigrar a Barcelona, siguió en
contacto con ellos, aconsejándolos intercambiando correspondencia. Finalmente
consiguió su propósito.
Personalmente opino que D. José tenía claro que Fortu no
sería sacerdote pero sí tendría una carrera.
Desde estas líneas he querido dejar clara la
intelectualidad, la humanidad y sensatez, que tuvo aquel profesor. Profesores
de este talante son los que necesitamos en la enseñanza pública, y no dudo que
actualmente debe haber multitud de ellos, esforzándose por los ciudadanos del
futuro. Por ello, en reconocimiento de estos abnegados profesores, entono un
“Viva” para ellos y para D. José, le deseo – allá donde esté – que descanse en
paz.
Siguiendo con la historia de Fortu, como he dicho, por fin
entró en el seminario con una beca de estudios, y gracias a sus buenas notas
mantuvo la beca hasta finalizar la carrera. En el ámbito religioso también
destacó y era admirado por sus profesores, de tal forma que era un ejemplo a
seguir para el resto. Él siguió la senda del Señor, la llamada de Dios, la
llamada de la Fe. Seguía
como nadie la oración, cumplía los votos canónicos de pobreza, castidad y obediencia. Seguía en
silencio el camino vocacional del sacerdocio, pensando en servir a la sociedad
e influir para combatir la pobreza, las guerras, las enfermedades y las
injusticias en general. Pero a medida que crecía y maduraba, Fortu advirtió que
la realidad era distinta y comenzó a sentir “dudas”, muchas preguntas y pocas
respuestas. Él quería servir a Dios pero de una forma más directa y efectiva; y
dado que no se estaban cumpliendo sus expectativas, decidió colgar el hábito
pues también se puede servir a Dios y al prójimo como seglar.
Estimados lectores, después de esta particular reflexión
mía, permitidme que os recomiende una lectura indispensable, uno de los trabajos
literarios de Fortu, a mí me ha gustado mucho y me ha servido para conocer
mejor a la persona que se esconde tras las letras; porque aunque no pretenda
ser una biografía, por la forma de mover la pluma conocemos la forma de pensar
del escritor.Se trata de su novela "La sombra de Dios". Y, por ello, si leéis esta novela, os aclarará las razones que ha
podido tener nuestro amigo para colgar el hábito.
En memoria de Dª. Trinidad Alcázar
Martín
Trinidad Alcázar Martín, esposa de Fortu |
Dª. Trinidad Alcázar Martín, esposa de Fortu, gran mujer,
esposa y madre amadísima. Era una defensora del ser humano y sus derechos. Otra
luchadora contra las injusticias. No dudo que estas dotes personales, añadidas
a su belleza, fueron las que les condujo al matrimonio y a formar una familia
idílica.
Tiempo para vivir, tiempo para amar.
El fallecimiento de Trinidad el 5 de mayo de 2011 supuso un
duro golpe para Fortu, su familia y su actividad literaria. Una maldita
enfermedad arrebató a Trini de su lado.
TRINI fue la gran mujer que Fructuoso tuvo a su lado durante
cuarenta años: fue su amor, su compañera, su amiga, su confidente, fue la madre
de sus hijos. Desde el día 30 de junio de 1972 que celebraron su boda, día a
día lucharon juntos para sacar adelante a sus dos hijos que vendrían pronto;
aunque indudablemente fue ella la que estuvo más tiempo con los pequeños
–“Fortu” trabajaba, y trabajaba mucho –en el banco, llevando contabilidades de
pequeñas empresas e impartiendo clases de repaso; también escribiendo
colaboraciones para revistas y periódicos-. Mientras él llevaba a cabo todas
esas tareas, allí estaba ella para atender a los niños, para sacarlos de paseo,
para darles de comer, para bañarlos, etc.
TRINI, cuando ya quedó liberada en parte de estas tareas,
porque los hijos se hicieron mayores, se integró en una coral, una coral
compuesta exclusivamente por mujeres, “VOX MULIERIBUS”, se llama. En ella
permaneció unos veinte años aproximadamente, en ella estuvo hasta el día de su
muerte. Ese día, durante su funeral, sus compañeras de canto, la coral, le
rindieron un bello homenaje con un sentido y emotivo recital.
TRINI también pertenecía a un grupo de tertulianas, las
cuales varias veces al mes, en torno a una mesa con pastas, cafés y refrescos,
se reunían para charlar de todo: de los hijos, de los maridos, de la sociedad,
de política, de la vida en definitiva. Pero además, eran amigas, amigas
entrañables y lo demostraron; vaya si lo demostraron: en los últimos días de su
vida la acompañaron, la alentaron, derramaron lágrimas por ella, no como amigas
sino como hermanas. Esto mismo, ocurría también con sus compañeras, sus amigas,
de la coral; también ellas estuvieron a su lado durante su corta enfermedad.
De TRINI,
sólo resta decir, que tenía un carácter abierto, afable, bondadoso y un sentido
de la responsabilidad muy estricto.
Trinidad, un ejemplo de dotes humanas |
Contaré finalmente una anécdota, que ilustra ese sentido de
responsabilidad: Un domingo tórrido del mes de junio, caminando Trini junto a
su esposo por una calle de Lisboa, poco transitada, encontraron a un joven de
raza negra tumbado sobre la acera. Ella
se acercó hasta el muchacho y comprobó que se hallaba inconsciente bajo un sol
de justicia, entonces pidieron ayuda y lo colocaron en la otra acera a la
sombra. Después preguntó por la comisaría más próxima, había una a unos
trescientos metros; entonces corrieron los dos hasta aquel puesto de policía
para denunciar el hecho y pedir ayuda urgente para aquel joven. No conforme con
esto, no se movieron de la puerta de la comisaría hasta que vieron cómo salía
un coche en dirección hacia donde se hallaba el enfermo. Cuenta Fructuoso que
él dijo: “Bueno, ya está”. Y ella replicó: “No, ya está no. Ahora volvemos
hasta allí y nos quedamos hasta que llegue la ambulancia”. Y así lo hicieron.
Los hijos del matrimonio
Jordi García Alcazar |
Jordi García Alcazar, hijo de Fortu y Trinidad,
recuerda a su madre con gran sentimiento, como una madre que se entregó y
desvivió por ellos y que, desgraciadamente se fue muy pronto.
Jordi García junto a sus padres en uno de sus viajes. |
Mónica García Alcazar. En Sevilla con sus padres |
Mónica García Alcazar, hija de Fortu y Trinidad, recuerda
con especial sentimiento la ternura y amor de madre que recibió. Madre,
consejera y amiga, aún resuena en sus oídos el dulce timbre de la voz de su
madre.
Conclusión de esta entrada
Esta entrada de mi blog, se la dedico a Dª Trinidad Alcázar
Martín, esposa de Fortu, fallecida el 5 de mayo de 2011 a las 23 horas. A esta
gran mujer, gran ser humano, poseedora de un gran corazón, piadosa y bondadosa.
Porque sin llevar hábito, fue un compendio de virtudes, en pro de la humanidad.
Una influencia y referencia moral para quienes la conocieron.
Le pido desde aquí que, esté donde esté, acompañe a Fortu en
la tierra y lo apoye para que siga
escribiendo y termine la gran obra que tiene pendiente. Pues Fortu está bajo de
moral desde que Trini no está y necesita su sombra espiritual.
Descanse en paz.
Actulización 2022
Es triste para mi comunicar a los lectores que Fructuoso, paisano y amigo de Villa de Ves, falleció el día 24 de febrero de 2022.
Ha sido una gran pérdida para la cultura y memoria de nuestro pueblo.
Desde este humilde blog, le dedico mi más sincero pésame a la familia y a sus seguidores.
Amigo Fructuoso, gracias por el tiempo que compartimos.
Tus palabras quedarán en los libros y tu presencia en el rumor del olmo de Villa de Ves.
Como siempre, estimados lectores, gracias por emplear vuestro tiempo leyendo la esencia de Villa de Ves: Sus gentes y su historia.
Os invito a seguir conmigo en este viaje de conocimiento. Hasta pronto.
Querido Vicente, felicitaciones por este trabajo. Es que este pueblo está llena de gente buena y reconocida. Tu mismo y tu amistad, tu cariño transformado en amor por la naturaleza y la vida pasada, presente y futura de Villa de Ves así lo demuestra. Gracias por traernos a la memoria este gran hombre, del cual muchos podemos aprender bastante. Quiera el destino, que el distino de nuestro querido Villa de Ves cambie pronto para bien, que para mal ya ha tenido y tiene suficiente.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo. Julio Rosende
Gracias Vicente, por recordarme a través de estas lineas, que he tenido el privilegio de tener a los mejores padres del mundo!!!
ResponderEliminarPapá te quiero mucho!!
Muy buena iniciativa la de este blog!!!
Vicente, un abrazo grande
Mònica
Hola Fructuoso, soy Carmelo González, al leer tu excelente biografía creo no equivocarme que hicimos la mili en la misma compañía de Paterna Valencia, te recuerdo com una buena persona y celebro recordarte y me gustaría saludarte personalmente cuando pase todo esto, un abrazo
ResponderEliminarCarmelo: ante todo gracias por tu comentario. Yo recuerdo que efectivamente estuve unos meses en Paterna, donde conocí a muchos compañeros de "mili" y estoy seguro que entre ellos estarías tú. Después me trasladaron a Bétera, donde impartíclases a bastantes soldado para que pudieran sacar el certificado de estudios primarios. Y finalmente pasé a las oficinas. Me encantaría poder comunicarme contigo. Yo actualmente resido en Barcelona y en estos últimos años he visitado La Villa para el díadel Cristo. Si conocieras a Vicente Jiménez -autor del blog-, a través de él podríamos intercambiar nuestros teléfonos y poder ponernos en contacto. A mí me encantaría poder saludarte y, por qué no, entablar una amistad. Un abrazo.
EliminarFructuoso García Escobar
http://letrasdelavilla.blogspot.com