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La creación de este blog se debe a mi interés por recuperar las raíces de mi pueblo: su historia natural y popular.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Central hidroeléctrica en el Molinar de Villa de Ves 1907-1909. SEGUNDA PARTE

Central hidroeléctrica en el Molinar de Villa de Ves, año 1907 a julio de 1909.
Una obra faraónica en la España del siglo XX.

SEGUNDA PARTE 



Las huellas del Molinar. Central hidroeléctrica de Villa de Ves, la tecnología más avanzada del inicio del siglo XX.

EL PLANO
Tal como se comentó en la primera parte de este tema, los accesos utilizados para el transporte de materiales a la central eran dos: El camino que se abrió siguiendo la orilla del río, y” El plano”. 

Base donde se situaba la vagoneta para su carga, en primer plano se observa el pivote de acero que sujetaba el cabrestante.
“El plano “es una explanada que se habilitó para poder suministrar materiales salvando el desnivel que ofrecía el terreno quebrado próximo a la central. Pero para llegar a este punto también hubo que trazar y construir una carretera desde las Casas de Juan Gil, pasando por la Casa de los Cañizos, los lavajos, el puente de Covalta, la casilla de Pepe el de Enrique, la Rocha Juana, y por la ladera del  cerro Zapatero.

Composición del plano:

La estructura principal del plano consiste en una base de grandes piedras de sillería reforzada con hormigón. 

Base donde estaría situada la pluma para elevar cargas.

Sobre dicha base se montó una pluma mecánica rudimentaria para poder levantar materiales y equipos pesados. A la derecha hay otra base de piedra más amplia que serviría de zona de trabajo logístico. Es aquí donde se cargaba la vagoneta o artilugio similar con diversas cargas.
Muros que sirven de base a las vías de la vagoneta vistos desde el lecho del río.

Desde este plano elevado, hasta llegar al lecho del río, se construyeron dos muros pequeños de piedra que discurrían paralelos por la pendiente con un ángulo elevado, aproximadamente 45º. 

Obsérvese la canaleta en la cara superior de cada muro donde se encajaría el raíl 

El borde superior de cada muro estaba recorrido por un canal excavado en la propia piedra donde se alojaban los raíles de hierro que conformaban la vía para transportar la vagoneta. Estos raíles, aparte de quedar encajados en los canales mencionados, estaban sujetos por unas pletinas de hierro enclavadas en la obra y soldadas al raíl. Todo ello confería a esta estructura gran durabilidad y estabilidad para soportar peso y desgaste continuo. 

Familia Jiménez Cruz dentro de los raíles estudiando la zona, 2013.

Diseño de un montacargas inclinado similar al que debió utilizarse en "El plano". Fuente:página web patentados.com
http://patentados.com/invento/montacargas-mecanico-para-todo-tipo-de-pendientes-y-longitudes.html

A la derecha de la base de carga, construyeron un almacén para guardar materiales, herramientas o incluso como refugio provisional del personal. 
Almacén-refugio en el plano. Actualmente solo se mantienen las paredes.

Como hemos comentado, la elevación y el ángulo de estos raíles son importantes, una longitud de 120 metros y un ángulo de 45º aproximadamente. De modo que, para subir y bajar la vagoneta con carga pesada, era necesario un sistema de tracción y un punto de apoyo seguro.
Para ello, en “el plano” se incrustó un pivote grueso de acero en la roca que hace de base. Este pivote sujetaba un cabrestante que recogería o soltaría un cable de acero trenzado que a su vez desplazaría la vagoneta. Este cabrestante podría accionarse mecánica o manualmente.
De toda esta estructura quedan pocos restos en la actualidad, como se aprecia en las fotos las partes metálicas ya fueron retiradas cuando dejaron de ser útiles o expoliadas.
Entre estos raíles y el embalse de presión forzada que se cierne sobre la central hay una distancia de 50 metros y les une una senda que continua serpenteando por la pendiente en dirección al lecho del río. Esta senda sigue abierta hoy en día y se puede utilizar para hacer una excursión a la central vieja.

Senda que partiendo de la terraza del embalse de presión atraviesa la vía de vagoneta y continua hasta la central de H.E.


LA PRESA O DIQUE

Gracias al ingenio humano y en especial a la iniciativa de D. Juan de Urrutia y sus colaboradores, también se realizó esta obra hidráulica de vital importancia para llevar el agua controlada hasta la central para el buen funcionamiento de la misma.
Debemos recordar que la central hidroeléctrica es la suma de varias infraestructuras. La que estamos describiendo  consta de: Una presa de derivación de agua o dique, 4 km de canal - uno de ellos a cielo abierto y los tres restantes a través de túneles bajo la montaña - , un embalse de presión forzada al final del canal, tubos de presión forzada para dirigir el caudal de presión hacia las turbinas, y las turbinas generadoras de electricidad.
Foto del túnel que nos da una idea de su longitud pues no se ve la luz al final.

A todo ello debemos añadir una gran cantidad de obras de apoyo: Muros, alcantarillas para evacuar agua de algún barranco, puentes, túneles de servicio para las sendas y caminos, un acueducto para salvar el barranco del Robledal, y un largo etc.
Si pensamos que todo esto se hizo entre 1907 y 1909, con medios más rudimentarios que los actuales, apreciamos la magnitud faraónica de esta obra.

PRESA DE DERIVACIÓN DE AGUA O DIQUE DE EL MOLINAR

Fotografía de 1910, a la izquierda: Casa de compuertas. Bajo ella: canales de desarenado, de limpieza y aliviadero. Fuente: Archivo histórico de Iberdrola.

Foto de la presa tomada unos años después, donde se aprecia una pasarela en el borde, utilizada por la gente para cruzar el río en dirección a las Herradas. Las chicas que aparecen en esta foto son hijas de D.Emilio "Emiliaco"y Dª Cándida, matrimonio dueño de la famosa noguera que había en las "pozas"(actualmente sumergidas bajo el embalse).

Esta presa estaba ubicada en el río Júcar, concretamente, bajo lo que actualmente se denomina Barrio del Santuario. En la vertical del “Chotil” y 500 metros río abajo desde el Santuario.
Esta presa se construyó en el mismo sitio donde antaño estuviera el segundo molino harinero de Villa de Ves.
La presa fue destruida y dinamitada durante la construcción de un moderno embalse, es decir el actual embalse del Molinar de 1952. Y a su puesta en funcionamiento, el agua sumergió los restos que siguen apareciendo cada vez que disminuye la cantidad de agua embalsada.

Foto del actual embalse con poca agua. En el centro de la foto se aprecia como afloran los restos de la casa de compuertas y un resto de pared del canal.
El objetivo principal de esta presa era elevar la cota del agua para hacer factible su derivación al canal, controlando la sedimentación del cauce y evitando la obstrucción de las bocatomas .


Diagrama técnico del caballete de la presa antigua relleno de piedra.


Obsérvese el deterioro del techo en algunos tramos del túnel sin hormigonar, por ello era importante regular el nivel del agua y evitar el contacto con el techo.

Este tipo de presas son en general de poca altura, ya que, su objetivo principal no es embalsar agua sino derivarla.
Los materiales que se emplearon para su construcción fueron los propios de esa época, con una barrera de piedras, arenas, limos y arcillas. Y dada la relativa permeabilidad de éstos, se añadía una capa de hormigón que servía de pantalla impermeable en la cara que contacta con el agua.

Estado actual de la zona donde estuvo la presa antigua de 1907, con el nivel de agua habitual los restos quedan sumergidos.

Además de la presa propiamente dicha, otros componentes de esta estructura hidráulica eran las compuertas mecánicas de accionamiento manual, la bocatoma se dotaba de una reja y un desarenador para evitar que se colasen materiales sólidos que pudieran dificultar el transporte del agua por el canal, también existía un medidor del nivel de agua, un canal de limpieza de la presa provisto de compuertas, otro componente imprescindible eran los aliviaderos, es decir, unos desagües controlados para evacuar el exceso de agua de la presa y para mantener cierto paso de agua para mantener el caudal necesario para mantener la vida del río.


Trazado de los canales y túneles:

Desde la presa descrita, discurre un canal río abajo por el margen derecho hasta el pico de la cueva Galán, salva este saliente, bordeándolo, y sigue el margen derecho hasta llegar al poblado que construyó Hidroeléctrica Española para el cuerpo técnico de trabajadores. 

Restos de la presa antigua, a la derecha destacan los restos del canal y de la casa de compuertas.

Llegado a este punto, el canal pasa subterráneo unos metros bajo los accesos al poblado. Luego seguía rio abajo por el margen ganando elevación respecto al lecho del rio hasta un punto conocido por la gente de Villa de Ves como “El Uno”,donde giraba hacia la montaña y se convertía en túnel subterráneo. Pero este tramo fue modificado en 1941, año en que ocurrió una riada importante – que afectó a Valencia – que provocó daños al canal socavando su base hasta el punto de derribar este tramo. A partir de entonces se excavó un tramo nuevo de túnel que empieza cerca del poblado de H.E. En lo que conocemos hoy como “Túnel del champiñón” , y discurriendo desde aquí subterráneo hasta enlazar con el resto de túnel que sobrevivió a aquella riada.

Acueducto cerca de la cueva amarilla



Entrada al llamado "Túnel del champiñón"

De estos hechos hemos recogido el  testimonio de D. Leoncio García Pardo, un vecino de Villa de Ves.

D. Leoncio García Pardo, nacido en Villa de Ves, tiene 88 años y es una persona lúcida, seria y discreta.
Cuenta D. Leoncio que en 1941, su padre, D. Aurelio García Pardo, estaba trabajando en el nuevo trazado del canal tras la riada. Un día hubo un corrimiento de tierra y su padre quedó atrapado y cubierto de tierra hasta la cintura, pero milagrosamente a salvo de unas rocas que cayeron sobre la tierra y pudieron aplastarlo. Cuenta también que estaba trabajando en la zona D. Napoleón García Pardo, de Villa de Ves, quien fue el primero que lo socorrió. Lo llevaron al centro médico del poblado de hidroeléctrica, pues estaba cerca del accidente y una vez allí le atendió el doctor D. Luis Antonio Garrido Redondo, que ejercía en su plaza de Villa de Ves y era muy afamado en la comarca. 

Tramo de túnel con el techo bien terminado.

Tras explorar a D. Aurelio, determinó que no tenía fracturas, lo tuvieron en observación y reposo en el centro médico durante dos días y el tercero volvió a trabajar. Dª Virginia Pardo Sáez y D. Leoncio – nuestro testimonio – bajaron desde Villa de Ves en cuanto se enteraron del accidente, para quien no conoce la zona, suponía ir a pie varios kilómetros, sin teléfonos  y con la incertidumbre a cuestas.

En este punto el túnel gira porque se rectificó el trazado original, afectado por la riada de 1941.

Hecha esta aclaración sobre la reparación del canal, continuemos con su descripción. El canal tiene unas dimensiones de 4 metros de ancho por 5´20 metros de alto, subterráneo, excavado en la montaña, excepto en algunos puntos donde sale al exterior coincidiendo con barrancos que cortan el trazado más o menos rectilíneo del canal. Cuando se cruza con el barranco de la Rata, se solucionó construyendo un tramo de túnel con piedra y cubierta de hormigón que sirve como escorrentía o aliviadero para el agua de lluvia. Más adelante, al cruzar el barranco del Robledal, se construyó un tramo del canal al descubierto con un acueducto sobre el barranco, de modo que el agua de lluvia pasa por debajo del acueducto, en este tramo se pueden ver unas compuertas en la pared lateral más cercana al rio, que servían de aliviadero del canal para evitar que demasiado caudal de agua pudiese alcanzar el techo de roca sin hormigón y evitar así derrumbamientos.
Tramo del canal en una operación de vaciado de agua por las compuertas laterales y el aliviadero inferior. Foto de archivo.


Parte del canal al descubierto que discurre sobre el acueducto para salvar el barranco del Robledal.

Estado actual de las compuertas en el tramo del canal para controlar el nivel de agua. 



Tramo de túnel con entibaciones en el techo para evitar derrumbes.

El canal continúa en línea recta, siempre horizontal con una pendiente mínima, de forma que el canal gana altura respecto al lecho del rio que es más abrupto en este tramo.La longitud del canal es de 5 Km. de los cuales 3 Km. discurrían por túnel. La pendiente del canal era de 6 diezmilésimas, con lo que se obtenía un paso de agua de 45 metros cúbicos por segundo. Finalmente llega al embalse de presión forzada, punto final del recorrido del canal, llegado a este lugar el canal bifurca en dos canales que dibujan dos semicírculos alrededor de una mole de roca y hormigón que sostiene una gran cámara con más pilares. En cada canal resultante colocaron unas rejillas de hierro para retener materiales que traía el agua como troncos, palos, animales muertos, etc.

Entrada del canal al embalse de presión forzada, final del recorrido del canal.

El embalse resultante está situado en la vertical de la central hidroeléctrica, pero con una elevación respecto a aquella de 65 metros. En la cara norte del embalse hay cinco bocatomas reforzadas con acero  y remaches aún visibles, de donde salían los tubos de presión forzada, a modo de gigantescos toboganes montaña abajo en dirección a las turbinas de la central. De los tubos, actualmente, no queda ni rastro, solo los apoyos que los sustentaban por la pendiente de la montaña y algunos hierros en las bocatomas. Podemos deducir que cada tubo tenía su propia compuerta para regular el caudal de agua y debían accionarse desde la terraza superior practicable que es parte del techo del embalse de presión.

Embalse de presión forzada, a la derecha las bocatomas. Se observan pilares cortados para la maniobra de tractores en el cultivo del champiñón.

Aunque se aprecian 5 bocatomas o 5 huecos practicados en la pared norte de este embalse, en realidad solo hubo en funcionamiento  4 turbinas. Puede ser confusa la bibliografía que apunta que hubo hasta 5 turbinas en funcionamiento pero una observación in situ demuestra que la central solo tenía 4 agujeros por donde entrarían 4 grandes tubos de agua. Según los datos que hemos consultado, la quinta boca se dejó construida en previsión de una supuesta ampliación de potencia en la central que nunca se llevó a cabo. Probablemente, se dio prioridad a nuevas centrales hidroeléctricas.

La parte superior de este embalse es una terraza de hormigón practicable, a ella se accede desde el interior del embalse mediante una escalera de mano con hierros incrustados en la pared. Por aquí descenderían para labores de mantenimiento.


A la izquierda, escalera de mano para subir a la terraza del embalse.

Dicha terraza es pisable pero actualmente está en mal estado y hay varios agujeros que pueden resultar peligrosos. A este nivel, sobre cada bocatoma, coinciden varios pilares de hormigón con ranuras que los recorren en su cara interior, por donde se desplazarían las compuertas de cada bocatoma.


Foto de la terraza del embalse señalando los 4 soportes para compuertas.


Foto desde la misma terraza que ofrece un balcón al río Júcar. Se observan más cercanos los soportes para compuertas.

Si seguimos caminando sobre esta terraza, llegamos a una senda que se mantiene en estado aceptable y que se cruza con los muros de los raíles comentados anteriormente y que van desde “el plano” a la central. La senda sigue serpenteando por la ladera de la montaña hasta llegar al final del descenso a nivel del lecho del rio, a la explanada donde se construyó la central.

Excursionistas accediendo a la cubierta o terraza del embalse.

Antes de pasar al siguiente punto, es conveniente que explique cómo se generaba la electricidad. Hasta ahora he explicado el recorrido del agua y como se ganaba elevación. El agua baja a presión por efecto de la gravedad y la inclinación de los enormes tubos que la conducen pendiente abajo hasta las turbinas situadas en la sala de máquinas de la central.

Vista de la central a través del hueco donde estaría uno de los tubos de presión. Única de las salidas con restos de calderería. 

El agua retenida en el embalse de presión forzada poseía una energía potencial por ser una masa enorme a 65 metros de altura. Al caer por los tubos, esta energía se transforma en energía cinética, por la velocidad y aceleración que gana esa gran masa en caída libre. El salto útil de agua es de 66,75 metros, con un rendimiento de las turbinas de un 80%. La capacidad de la central fue de 30000 CV. Se instalaron cuatro generadores de 7500 CV cada uno.


Diagrama técnico mostrando como se canalizaba el agua desde el embalse de presión forzada situado 66 metros más arriba de la central. 

 

En esta foto se aprecia el tamaño del tubo al entrar en la turbina. Aproximadamente 3 metros de diámetro.

Al encontrarse con las turbinas esta energía mueve los álabes de la turbina hidráulica y se transforma en energía mecánica de rotación. Como el eje de la turbina está unido a un generador, finalmente se transforma en energía eléctrica. Este primer resultado produce electricidad con corriente alterna de media tensión y alta intensidad, y mediante transformadores se convertía en corriente de baja intensidad y alta tensión, hecho que permitía el transporte de esta energía por líneas de cables hasta las zonas de consumo.
El agua que ha cedido su energía cinética era conducida por drenajes subterráneos y devuelta al cauce del río.

En primer plano agujero por donde drenaba el agua tras atravesar la turbina, los distintos drenajes se unían bajo la sala de máquinas para terminar en el río.


Líneas de transporte de electricidad:

Una muestra más de cómo D. Juan de Urrutia fue un pionero por sus ideas, es que fue el primero en instaurar en España el concepto del mercado eléctrico nacional. Se generaba la energía lejos de los centros de consumo y se transportaba a grandes distancias mediante líneas de alta tensión. Es el caso de la central de Villa de Ves, donde se construyó en 1909 la primera línea eléctrica que la unía con Valencia. Eran 80 Km de línea. 

Línea eléctrica hacia Valencia. Archivo de Iberdrola.

Al año siguiente entró en funcionamiento la línea Villa de Ves-Alcoy con 82 Km. Mientras tanto se instalaba la línea principal Villa de Ves-Madrid con 254 Km., la más larga y costosa hasta ese momento.


Transporte de cable eléctrico con mulas, obsérvese que para evitar cortar el cable se repartía entre varios animales en fila india.

En esta última tuvieron muchos problemas, tanto técnicos como administrativos, para realizar algunas expropiaciones que atrasaron mucho la construcción. En marzo de 1911, cuando esta línea estaba preparada para entrar en funcionamiento, una tormenta grande destruyó 20 Km. de línea en los alrededores de Iniesta (Cuenca).

El poblado del Molinar:

El poblado del Molinar es un conjunto de casas residenciales y pequeños edificios de servicios, destinados a los directivos y demás cuerpo técnico que trabajaban para Hidroeléctrica Española durante la construcción de la central hidroeléctrica de 1909 y durante más años para los técnicos que destinaban allí para el mantenimiento.
Se construyeron casas sencillas, con ladrillo y teja, pintadas de blanco, con plazas, escaleras, corredores y balcones. En el momento álgido, hubo incluso un economato, una escuela, una iglesia, un consultorio médico, letrinas, alumbrado eléctrico y otras comodidades dignas de la vida en la ciudad.
Actualmente quedan solo ruinas y si se ha mantenido algún edificio ha sido porque ha servido como  albergue esporádicamente. Gran parte está invadida por la maleza, pintada con grafitis o expoliada.

Poblado de hidroeléctrica española en Villa de Ves. Julio de 2009.

No obstante, el poblado está enclavado en pleno monte, rodeado de bosque y barrancos, con vistas paisajísticas espectaculares; un lugar idílico donde el visitante encontrará una sensación de paz y relajación, solo interrumpida por el piar de los pájaros y el murmullo de los árboles agitados por el viento.

Al fondo, vista de la iglesia del poblado de H.E.

Para aquellos a quienes les gusta la historia o simplemente quieran saciar su curiosidad, me extenderé sobre algo que comenté anteriormente. Cuando he descrito la presa de derivación, mencioné la existencia de un molino harinero. El segundo molino harinero de Villa de Ves. Pues según los datos históricos disponibles, en este caso las relaciones topográficas de Felipe II en 1575 y el catastro del Marqués de la Ensenada en 1750, solo se menciona un molino harinero en la zona del molinar, en los alrededores del poblado de H.E. Al no aparecer en estos documentos, deduzco que el segundo molino harinero debió construirse al menos en el siglo XIX, y puedo afirmarlo porque mi bisabuela materna Paulina, y sus hermanos  Josefa, Ascensión, Germán y José heredaron una paga mensual durante unos años por los derechos del molino harinero que tenían sus padres en el rio Júcar. Este es sin duda el que quedó bajo las aguas de la primera presa de derivación en 1907.


Túnel del champiñón:

Otra curiosidad que debo mencionar es el uso que se le dio en tiempos contemporáneos al canal que estaba en desuso. Entre los años 1975 y 1985 se utilizaron los 3 Km. subterráneos del túnel descrito anteriormente para cultivar champiñones.

En esta foto se aprecian, a ambos lados del túnel, alpacas de paja y tierra donde se cultivaba champiñón.

 Esta explotación la realizó una empresa de Cuenca y cabe decir que hasta 1982 fue muy rentable, pero ese fatídico año acaeció la riada que destruyó el pantano de Tous; esta riada también produjo daños a su paso por Villa de Ves, en cuyo embalse se llegó al extremo de abrir las compuertas para evitar la rotura de la presa. El agua propulsada por los aliviaderos era tan potente que destruyó el acceso al poblado de H.E. y al canal-túnel.  Posteriormente tuvieron que hacer otro acceso, desde arriba, subiendo la montaña con gran pendiente y, por tanto, perjudicando al transporte con camiones del champiñón. Esto encareció el coste de producción del champiñón y obligó a la empresa  a abandonar esta explotación.



Si se observa la naturaleza con atención, una excursión puede recompensar con fotos como esta. Fuente Julio Rosende.

Como el túnel se puede recorrer actualmente, aún se observan en los laterales las líneas de sacos con tierra y abono donde se cultivaba el champiñón e incluso quedan champiñones momificados.


Patrimonio industrial de Villa de Ves

Estimados lectores, con vuestro permiso, me gustaría utilizar estas líneas para solicitar a las autoridades de Villa de Ves que se interesen por realizar un inventario del patrimonio industrial, es decir, de aquellos elementos aquí descritos y aquellos que puedan entrar en esa categoría y merezcan ser rescatados del olvido, siempre que estén en el término de nuestro municipio. Es un deber moral de los herederos de este pueblo implicarse en rescatar del abandono y deterioro en el que se encuentran estos edificios y obras. Es nuestro pasado, y tenemos que estar orgullosos de rescatarlo.
Puede que no sea competencia directa del ayuntamiento pero si está en su mano iniciar los trámites, implicar a otros organismos, desarrollar un listado de elementos que forman el patrimonio industrial de Villa de Ves, dar un nuevo impulso a la página web oficial del municipio y dar a conocer ese patrimonio para llamar la atención de los turistas, visitantes e incluso de los propios habitantes y sus familiares que visitan ocasionalmente el pueblo; en definitiva, cualquier medida que evite condenar al olvido la memoria de Villa de Ves.
Emplazo, por tanto, al ayuntamiento a elevar este catálogo al Instituto del Patrimonio Cultural de España, para que algún día se integre en el Plan Nacional de Patrimonio Industrial.


Tenemos un ejemplo cercano, en Riópar (Albacete) donde dicho Instituto del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha iniciado un estudio del plan director para rehabilitar un Conjunto industrial de la fábrica de metales de Riópar.


Sirva la iniciativa de ese ayuntamiento como ejemplo a seguir  para revitalizar la memoria y el turismo cultural en Villa de Ves.
Aquí podemos implicar a Iberdrola para que ceda terrenos y edificios, y con el tiempo y las ayudas del estado, habilitar un recorrido museístico y cultural de la época industrial de Villa de Ves. Igualmente se podrían habilitar aulas de la naturaleza, donde se explique la geología, flora y fauna del término. Podría ser una nueva fuente de riqueza y ofertas de trabajo para revitalizar el pueblo y evitar la sangría demográfica de los últimos tiempos.

Villa de Ves es un filón de oro en una mina abandonada.



Agradecimientos:

Al subdirector y editor de este blog: Vicente Jiménez Cruz, por trabajar en vacaciones para montar este artículo.
A mi hija María Jiménez Cruz por su búsqueda de datos antiguos.
A Ángel Serrano Pérez, de Casas de Ves.
A Laura Vélez Toledano y Julio Rosende por colaborar con algunas fotos para el blog.
A Jose Antonio Domingo, por dedicarnos parte de su tiempo y diverso material fotográfico de archivo.



Un abrazo para mis lectores, hasta el próximo artículo.




lunes, 24 de junio de 2013

Central hidroeléctrica en el Molinar de Villa de Ves, año 1907 a julio de 1909.

Una obra faraónica en la España del siglo XX.

PRIMERA PARTE

Central hidroeléctrica de Villa de Ves, la tecnología más avanzada de aquellos tiempos, principios del siglo XX


Central hidroeléctrica del molinar abandonada a la soledad eterna.


La central hidroeléctrica del molinar está ubicada en el término de Villa de Ves, en el rio Júcar, a una distancia de 4 km. rio abajo, desde el barrio del santuario. Y aproximadamente a un kilómetro del término municipal de Jalance, es decir, de la Comunidad Valenciana.
Como se puede apreciar en la foto, ocupa un espacio en el margen derecho del río, lo cual la integra en el término municipal de Villa de Ves. Recordemos que, a este nivel del rio, el margen izquierdo del rio  pertenece al municipio de Balsa de Ves.

Edificio de la central en la actualidad, engullido por la naturaleza.

Actualmente, este lugar es un paraje idílico, mezcla de bosque mediterráneo y una maraña selvática de plantas oportunistas que brotan a su antojo. Esta “selva” envuelve e invade el abandonado edificio de la sala de máquinas. Este recóndito paraje propicia el crecimiento de ciertas especies de plantas que no crecen en el resto del término, debido al microclima generado por la protección del cañón del Júcar y la ausencia de actividad humana. Existe un imponente silencio que solo rompen los cantos de diversas aves. Aparte de las pequeñas aves sobrevuelan este lugar, el omnipresente grajo y la majestuosa águila. También la fauna está representada por peces y cangrejos.
La central está flanqueada por altas paredes del cañón del rio. En el lado izquierdo aparece la estribación de la Serretilla de la Pared, que al ser solana, muestra escasa vegetación, sobre todo arbustos y plantas aromáticas, pero deslumbra con la belleza de sus formaciones geológicas, coloridos afloramientos de arcilla, vetas de dolomías tableadas, y grandes formaciones de roca caliza, que ofrecen una espectacular paleta de colores. En el lado derecho, por ser umbría, abunda la vegetación, pinares y encinares, principalmente, que se derraman por las elevaciones de la Rocha Juana, el Gramial, el cerro Zapatero y llegando a la estribación de la Sierra del Boquerón.

Estructura de la central:
El edificio se compone de dos partes: Una sala de máquinas y la otra de tres plantas más un ático o linterna.
La sala de máquinas tiene unas medidas de 44 metros de largo por 16 de ancho, mientras que la segunda se compone de tres plantas 32 metros de largo por 30 de ancho cada una, a lo que se debe añadir el ático. La altura total del edificio es de 22,5 metros. Todo ello da como resultado una superficie construida de 3700 m².
 En la primera visita de cualquier excursionista, es una sorpresa encontrar semejante mole en medio del caos de ramas y hojas que la ocultan.

Fachada principal de la central hidroeléctrica en la actualidad (Mayo de 2013)

Las paredes se conservan en buen estado a pesar de tener 106 años de antigüedad, la fachada tiene una estética exquisita, común en la ingeniería civil de aquella época y lejos de la fría y espartana arquitectura actual. El interior del edificio está muy deteriorado, con riesgo para el visitante imprudente, sobre todo las escaleras que se muestran amenazantes sin pasamanos y con grietas en su estructura. Los tejados de la sala de máquinas están en ruinas aunque los cuchillos que los sostienen se mantienen en un estado aceptable. Se puede apreciar en la pared interior de dicha sala un alicatado de azulejo blanco con algunas bandas verdes que le dan cierto aire aséptico, deteriorado por el vandalismo. Parte del suelo se mantiene en buen estado, formado por baldosas de gres con motivos geométricos.


Del anteriormente mencionado ático o linterna, salían los hilos de alta tensión que, pasando sobre el río, van a otro edificio situado en el margen opuesto del río. Desde este edificio parten las diversas líneas de transporte de electricidad y además poseía pararrayos y otras medidas para hacer frente a grandes descargas atmosféricas.

Foto de la central una vez finalizada la construcción, la flecha amarilla señala el edificio de distribución de la línea de alta tensión. Obsérvese que la construcción supuso una importante deforestación, actualmente el paraje está muy poblado de vegetación. 

Estado de ruina actual del edificio de distribución de la línea de alta tensión.

Al principio se transportaba una tensión de 66000 voltios, pero en vista del éxito en las pruebas de aislamiento, se aumentó a 70000 voltios, algo nunca visto hasta aquella fecha en toda Europa. 
Los aisladores fueron construidos por la empresa Siemens-Schuckert Werke de Berlín.


Distribución en el edificio de los diversos sistemas de protección contra sobreintensidad y descargas atmosféricas.





Datos históricos:
En el año 1907 se constituyó Hidroeléctrica Española, una empresa que marcaría el destino de España y parte del mundo mediante el aprovechamiento de la energía hidráulica. Sus artífices fueron, D. Lucas de Urquijo y D. Juan de Urrutia. El primero, representaba a un grupo de empresarios vascos y el segundo, formaba parte de Hidroeléctrica Ibérica, una empresa vasca que ya se dedicaba a la explotación hidroeléctrica en el País Vasco. Ambos formaron la nueva sociedad de Hidroeléctrica Española con un capital social de 12 millones de pesetas de aquella época. A partir de este momento, H. Ibérica quedó como accionista mayoritaria de H. Española. Así, D. Lucas de Urquijo se convirtió en presidente de H.E. y el ingeniero jefe y director general fue D. Juan de Urrutia.

La naturaleza reclama su espacio y envuelve a la central.
Para que el lector comprenda mejor la importancia de la energía en España, debe conocer que a finales del siglo XIX el consumo de energía en las ciudades y pueblos era escaso, la mayoría de las actividades y oficios eran principalmente manuales, y la iluminación de hogares todavía se realizaba con candiles. Sin embargo, comenzaba a florecer la industria moderna y una mejora de la economía trajo consigo la aparición de artilugios electromecánicos; para todo ello, era imprescindible la energía eléctrica y en aquellos tiempos se producía en minicentrales térmicas de carbón y vapor, y alguna minicentral hidroeléctrica esporádica, que se situaban siempre cerca del lugar donde se consumía la electricidad – hasta entonces no existía el transformador de corriente alterna y la energía no se podía almacenar ni transportarla lejos de su lugar de producción – por lo que esta tecnología estaba bastante limitada.
Hubo otros factores importantes, como el precio del carbón, que cada vez era más caro, así como el encarecimiento de su transporte hasta el lugar de consumo. Por otro lado, la combustión del carbón es sumamente contaminante y las ciudades comenzaban a sufrir las consecuencias del aumento del consumo eléctrico. Sin embargo, el desarrollo y el crecimiento económico exigen más consumo de energía y esto no pasó inadvertido para algunos empresarios – tanto españoles como extranjeros - con visión de negocio. La energía hidráulica era una solución barata y menos contaminante. 
Restos de la primera presa bajo el Chotil aflorando
tras el descenso del nivel de agua del embalse actual.
Las empresas iniciaron un proceso para tomar posiciones estratégicas en este nuevo mercado, adquiriendo concesiones de explotación de los ríos y sus márgenes. Se construyeron las primeras centrales hidráulicas, de pequeña envergadura, en lugares que ya antes habían sido utilizados por las generaciones antiguas, por ejemplo, donde hubo batanes o molinos, primeros artilugios rudimentarios que aprovechaban la fuerza del agua.


La mayoría de estas primeras inversiones fracasaron por falta de capital, tan necesario para afrontar el gasto de una nueva tecnología, con máquinas que aún resultaban caras porque su producción estaba en los inicios y no era muy competitiva. También suponía gran parte de inversión el coste de transportar la electricidad por cables hasta el lugar de consumo.
Pero de este proceso de selección y maduración surgió con fuerza Hidroeléctrica Española. Era una empresa bien estructurada, con dirigentes y personal técnico cualificados,  apoyada en un estable grupo de socios y el Banco de Vizcaya.
En torno a 1890 ocurrió un hecho muy relevante, el descubrimiento del transformador de corriente alterna, que posibilitaba el transporte de la energía a cualquier distancia, y este hecho obligó a crear grandes compañías eléctricas, capaces de generar un mayor volumen energético y satisfacer la demanda urbana y de la industria.
Imagino que Lucas de Urquijo y Juan de Urrutia advirtieron que era el momento oportuno, y  con metódica mesura supieron marcarse un objetivo factible, y discernir el cómo, cuándo y dónde.

En el centro de la foto, asomando en la montaña, el exterior del embalse de presión forzada.

Entre las diversas concesiones de explotación de ríos y márgenes, comentadas anteriormente, Hidroeléctrica Española obtuvo la del rio Júcar a su paso por Villa de Ves. Tras la exploración y estudio de todo el rio, D. Juan de Urrutia decidió que el punto idóneo para construir su central era en nuestro pueblo. No pasó desapercibido el desnivel provocado por la erosión fluvial, que produjo estrechos y profundos pasillos, gargantas y hoces, cosa que favorece el aprovechamiento de la energía potencial del agua.

Detalle del interior de la central abandonada.


Este tramo del rio Júcar, elegido para ubicar la central, ya había sido objetivo de otro empresario anteriormente; se trataba de D. Enrique Gosalvez Fuentes, de Villalgordo del Júcar, en Albacete. Él obtuvo los derechos de explotación desde Villalgordo hasta Villa de Ves para abastecer una pequeña central que en 1898 suministraba energía a su empresa papelera de Villalgordo.

Vicente Jiménez en el centro de uno de los agujeros por donde accedían los tubos de conducción del agua.
La proporción puede darnos una idea del diámetro de los tubos.

En 1901, D. Enrique vendió los derechos de explotación de este tramo del rio a Hidroeléctrica Ibérica y pasó a ser accionista de H. Española.
Una vez elegido el lugar para la central se le denominó El Molinar. Este topónimo proviene de la existencia previa de dos molinos harineros  en el término de Villa de Ves. 

Villa de Ves en primer plano y abajo en el río los restos
de la primera presa. 
Uno de ellos estaba situado a nivel del río bajo la vertical de lo que aquí se conocía como “el Chotil” del barrio del Santuario, cerca del emplazamiento de la primera presa que se construyó en 1907.



El otro molino se encontraba en las inmediaciones de la “Peña Zángara”, frente al poblado de los técnicos de Hidroeléctrica.

Interior de la sala de máquinas con los agujeros de entrada de los tubos de alta presión.


La construcción de la central:
Su construcción supuso una obra faraónica, un reto, quizá un atrevimiento para la ingeniería de aquellos tiempos. No obstante, el proyecto estaba bien planteado, bajo una excelente dirección y D. Juan de Urrutia tenía experiencia de anteriores proyectos más modestos.
 El comienzo de las obras fue apoteósico, con la llegada de miles de trabajadores – aunque no hay datos exactos se estima que en el momento álgido llegaron a la cifra de 3000 –  la zona parecía un hormiguero de gente, se tuvieron que abrir nuevas sendas, caminos y carreteras de tierra, desmontar alguna ladera del monte, construir 4 km. de canales, una presa, un embalse de presión forzada, el edificio de la central, túneles accesorios para los nuevos accesos, alcantarillas en barrancos, barracones elementales para el cobijo de los trabajadores, de hecho, a lo largo de los 4 o 5 km. de obras en torno al río, cualquier cueva o refugio natural era habitado sin remilgos por parte de los trabajadores de esas obras cerrando los huecos con paredes de piedras apiladas y dejando un estrecho agujero como entrada. También se construyó un poblado, a propósito, para  los ingenieros y jefes aquí destinados, incluyendo una capilla, escuela, consultorio médico y otros pequeños edificios de diversos usos. La magnitud de toda la obra impresiona hoy día si tenemos en cuenta la escasa tecnología de aquella época, la maquinaria rudimentaria y el terreno tan hostil y aislado que supone el cañón del río.

Detalle de una de las cuevas habitadas por los trabajadores durante la construcción de la central.

Detalle de otra cueva habitada durante la construcción.

El personal contratado:
Atraídos por la oportunidad de trabajo, acudieron ingenieros de toda España y algunos extranjeros, también fue un reclamo para campesinos de la zona, peones de los alrededores y de otras provincias, e incluso portugueses. Los trabajos de peón eran durísimos, como hemos dicho, con herramientas rudimentarias: Mazas, picos, palas, punteros, palancas de acero, barrenos y dinamita. Eran largas jornadas de trabajo, de sol a sol. La comida era escasa y las temperaturas extremas.

Sala de máquinas invadida por la naturaleza.

El personal que gozaba de mejores condiciones eran: Los ingenieros, arquitectos, los cargos de dirección, los capataces y los barreneros. Muchos peones se especializaban en barreneros, sobre todo los más atrevidos puesto que se pagaba mejor.
Otros trabajos bien remunerados eran los de herrero y carpintero.
Y siguiendo un orden descendente según la categoría: Cantero de labrar piedra, cantero sacador de piedra, mampostero, ayudante de mampostero, peón amasador, peón bracero, peón menor y pinche.
Las condiciones de trabajo fueron muy duras pero no peores que en otros trabajos de aquella España tan atrasada. A pesar de los recursos, Hidroeléctrica Española siempre tuvo entre sus prioridades la seguridad e higiene en el trabajo, siendo pionera en este parámetro entre las empresas de esa época.
También cabe destacar el uso masivo de animales de trabajo. Se construyeron  cuadras y se contrató personal especializado en su cuidado. Abundaron las mulas, los burros y los bueyes.

Foto de la central del Molinar desde el embalse de presión forzada.


Desarrollo de las obras:

Lo primero fue construir nuevos accesos y una vez se acondicionaba y se establecía una base donde dejar el material. Todos los materiales pesados llegaron al puerto de Alicante y desde este, en ferrocarril, hasta Almansa, que dista del salto del Molinar 57 kilómetros, de los cuales, 42 kilómetros son de carreteras del estado y los otros 15 fueron construidos por Hidroeléctrica Española para la ocasión.
 Se extendía una red de brigadas de 40 o 50 trabajadores cada una, con capataces y encargados, con tareas específicas. Desde la carretera de Albacete a Casas de Juan Gil, Cm-332, se construyó una carretera en dirección a la casa de los cañizos, los lavajos, puente de Covalta, la casilla de Pepe el de Enrique, la rocha Juana, el cerro Zapatero y siguiendo su ladera descendía la carretera, diseñada para el paso de carros, diligencias y camiones pequeños  hasta el punto denominado “ El Plano”, cuya importancia destacaré más adelante. Desde la casilla de Pepe el de Enrique, continuaba la carretera hacia las Herradas de abajo, hasta llegar al actual embalse; desde aquí hasta la central del molinar era un tramo de terreno quebrado y con gran desnivel, de la anchura de un carro para el transporte especial de piezas grandes y pesadas.


En el horizonte, al fondo, se alza la Serretilla de La Pared, a los pies de  la misma está el río. En primer plano camino que discurre por la Rocha Juana en dirección al río.



El transporte de materiales y equipamiento:

La tecnología del transporte era también bastante primitiva, como se ha señalado, reduciéndose a carros, animales y algún camión pequeño. Cuando se tenía que transportar maquinaria pesada como las turbinas o los equipos electrógenos, se usaban muchos bueyes tirando de carromatos.
Modo de transporte del material pesado hasta la central.
 Para su carga y descarga se construían in situ trípodes con puntales de madera o troncos, enganchando a los mismos un polipasto manual o quinal, y con fuerza humana o animal, se elevaba la pesada carga.
Otra vía para el transporte de material era el punto estratégico llamado “El Plano”, este lugar se eleva respecto del rio unos 120 metros y se allanó el terreno y se cimentó para soportar una estructura que incluía unos raíles de hierro que descendían hasta el rio, con una inclinación de unos 45º, por donde se deslizaba arriba y abajo una vagoneta sujeta a un cabrestante. Daré más detalles de este ingenio en otra entrega de este blog.

Las turbinas:
En los primeros años de funcionamiento de la central hidroeléctrica, se instalaron tres turbinas con sus correspondientes generadores. Pero fue tal el éxito y el aumento de la demanda de electricidad que se instaló una cuarta turbina.Estas cuatro turbinas eran de eje horizontal, basadas en el sistema Francis, de dos rodetes y doble admisión. Su velocidad era de 428 revoluciones por minuto. Fueron suministrados por la empresa J.M.VOITH, de Heidenheim.

Antiguo panel de mandos de la central del Molinar. Fuente archivo histórico de Iberdrola.

 En las fotos que mostramos se pueden contar cuatro grandes tubos de conducción del agua a presión que movían sendas turbinas. La producción de electricidad aumentó exponencialmente y esto llevó a la central del Molinar a ser un referente en su categoría a nivel nacional.


Obsérvese como descendían 4 tuberías hacia la sala de turbinas.
Una turbina antes de su instalación, se puede apreciar el enorme tamaño al compararla con los hombres que aparecen a ambos lados.

Turbinas y generadores 

Los generadores:
Estaban directamente unidos a las turbinas. Su potencia normal era de 5625 kilovoltio-Amperios, pero podían rendir un 20% más durante tres horas.




Sección de un generador


Los transformadores:
Los transformadores eran trifásicos, cada uno con una potencia equivalente a la de un generador, es decir, 6750 K.



Cada transformador pesaba 21,5 toneladas. La caja de hierro que lo contenía pesaba 6,7 toneladas , a lo que se añadía 18 toneladas del aceite para refrigerarlo. En conjunto, cada transformador una vez montado pesaba 45 toneladas.

Sección de un transformador


Refrigeración de los transformadores:
Eran refrigerados por aceite, movido por una bomba eléctrica. El aceite discurría por unos serpentines sumergidos en el agua. Este sistema es muy eficaz pues disipa bien el calor y además era seguro pues el aceite solo es inflamable a temperatura muy elevada.



A la derecha un transformador y en el centro la red de tuberias para la refirgeración, se introduce en el suelo por donde se sumergiría en el agua fria del río.



Los lugareños:

Para los habitantes del pueblo supuso un impacto y causó cierto estupor. Un pueblo tan tranquilo hasta entonces, tan aislado, sin apenas carreteras, donde a duras penas se veía algún vehículo a motor, de pronto se vio invadido por hordas de trabajadores, animales, maquinas y herramientas. Fue para algunos la oportunidad de sumarse al progreso de la España industrial y formarse en un oficio y para otros supondría un punto de inflexión a partir del cual se iría extinguiendo la forma de vida rural y la llegada de” los nuevos tiempos”.

HIDROELÉCTRICA ESPAÑOLA: UN SENTIMIENTO

H.E. tuvo, a partir de esta obra faraónica, un alma paternalista y un espíritu de solidaridad con Villa de Ves y comarcas de alrededor. Como se ha comentado, la comarca y su entorno suministró trabajadores a esta gran obra, y muchos de ellos continuaron trabajando para H.E. en otros proyectos. Incluso algunos llegaron a formar parte de la plantilla estable de esta empresa. Muchas familias de la zona se convirtieron en una saga de personal de H.E. – de “la Hidro” como se dice por aquí – y la tradición se heredaba de abuelos a nietos. Este hecho dotó a estas familias de unas condiciones económicas y laborales por encima de la media nacional, mejorando sustancialmente la economía del lugar.

Coche de la época con el que los jefes de H.E. visitaban las obras  hasta donde les permitía el terreno, el resto lo hacían con una diligencia.

Como paisano de este pueblo, considero que todos los habitantes pasados y futuros de Villa de Ves, podemos sentirnos orgullosos de que la primera central hidroeléctrica que construyó H.E. fue la nuestra, la del Molinar, y hemos contribuido con la electricidad que se generó aquí, al desarrollo de ciudades importantes como Valencia, con sus primeros tranvías eléctricos, sus bombas de riego para la agricultura; ciudades como Alcoi y su industria textil y también Madrid, capital de España se benefició de electricidad movida por aguas del Júcar.
Podemos estar orgullosos de haber contribuido a encumbrar a Hidroeléctrica Española, que ha llegado a situarse entre las cuatro empresas más importantes a nivel nacional, y entre las principales multinacionales del mundo.


Visita recomendable a la central:

Su visita es del todo recomendable para conocer en vivo uno de los episodios olvidados de la construcción de esta central hidroeléctrica y a su vez del patrimonio histórico industrial de Villa de Ves, ya que muestra algunos de los mejores y más variados testimonios constructivos de lo que fue la central hace 106 años. A su vez, conocer esta zona in situ, invita a hacer excursiones con familia y amigos.

Excursión a la central de H.E. De izq. a dcha. Agustín Acitores, Alberto Arocas y Vicente Jiménez.
Almuerzo en la antigua sala de máquinas 

Nota:
En una próxima entrega de este blog habrá una segunda parte de este artículo, en el cual desarrollaré la construcción de la primera presa bajo el chotil, la construcción del túnel de cuatro kilómetros para conducir el agua, el embalse de presión forzada, el plano, el transporte de la energía, etc.
Queridos lectores, con un abrazo me despido hasta la próxima entrega.


Agradecimientos:
D. Pedro Jareño, por su aporte de documentación antigua.
A mi hijo, Vicente Jiménez Cruz, subdirector de este blog, por la faena extra que le estoy dando.
A Julio Rosende y Laura Vélez por su colaboración con algunas de las fotografías.
A Jose Antonio Domingo, por dedicarnos parte de su tiempo y diverso material fotográfico de archivo.

Autor :Vicente Jiménez García.