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La creación de este blog se debe a mi interés por recuperar las raíces de mi pueblo: su historia natural y popular.

jueves, 2 de agosto de 2012

CUEVA ALTA O COVALTA

Covalta, bella y espectacular, vista desde enfrente tiene un parecido a un ojo humano que con su prominente ceja vigila el lado sur del término municipal de Villa de Ves.




La sierra del Boquerón constituye el más importante conjunto montañoso de Villa de Ves, debido fundamentalmente a características como su gran altitud, con una elevación máxima de 962 metros sobre el nivel del mar; podemos encontrar también la cueva Covalta a 901 metros. Esta sierra cruza el término municipal de oeste a este desde el barranco de Mingo Andrés al término municipal de Jarafuel y continua hacia Jalance.

Vista de frente de la sierra, a la izquierda el Pocico y a la derecha  Covalta
Manuela, en un día de excursión remontando la pendiente para acceder a la cueva.
La cueva Covalta se ubica en el lado oeste en lo alto de la formación montañosa alcanzando 901 metros de altura, como hemos dicho anteriormente; al frente puede verse el pinar del Humbrión de Casas de Ves. Separando ambos términos el barranco de Mingo Andrés.


Mapa de situación de la cueva.

Ampliación de la zona de Covalta.


Vista desde enfrente, Covalta se muestra como un gran ojo con una enorme ceja de roca. Las paredes que la flanquean tienen multitud de agujeros y grietas, donde,  en la época de nidificación,  acuden las grajas - aves negras de la familia de los córvidos - para criar a su prole. 

Con su privilegiada vista panorámica, este ojo de vigía parece escudriñar el cerro del Villar Agudo de Jalance, la Serretilla de la Pared; las Herradas de arriba, las herradas de abajo, el cerro de la Horca, el cerro de San Cristobal, el cerro de la Teja y Redondillo, , éstos últimos de Villa de Ves; la Peña negra y la Humbría negra de Casas de Ves, incluso cuando el día está claro, Alborea , Casas Ibañez, las Heras, el Humbrión, la Caballa y término de Carcelén, los caminos que van a la Gila y a la casa del Conde que continúan hacia Alatoz.
Desde la verticalidad, este gran centinela parece desafiar el tiempo y la gravedad.

Vicente Jiménez y Vicente ( hijo) en una visita a Covalta para el trabajo de campo.


Una maravilla de la naturaleza.
Para los visitantes: Respetad la cueva como cualquier otro elemento natural.

Ahora, estimados lectores, dejadme que me exprese para llegar al punto que quiero resaltar, y aunque mis conocimientos de historia sean pobres, mis palabras no dejan de tener importancia puesto que mi fin solo es averiguar todo lo que pueda de la historia de mi pueblo: Villa de Ves.
Es sabido que en nuestra triste guerra civil, desaparecieron los archivos municipales históricos, por lo que tenemos que encontrar eslabones perdidos de la cadena de nuestra historia; recabar  información de nuestros mayores, analizar vestigios del pasado y a veces inspirarse en la intuición o la imaginación.
Dicho esto, entended que por la ubicación de la cueva Covalta, opino que en algún tiempo debió ser baluarte de iberos, moros y cristianos. A falta de demostrarlo con evidencias, es una apreciación personal, pero he solicitado ayuda al Instituto de Estudios Albacetenses de la Diputación, para apoyar mi hipótesis.
Las razones por las que considero que pudo estar habitada son: El tipo de cueva, rasgos de su interior, por la tierra y montes que la rodean, orientación sur, la existencia en las proximidades del barranco de Mingo Andrés, estas tierras arrastran la toponimia de los Lavajos, ( un lavajo es una charca de agua de lluvia que rara vez se seca), los lavajos existen en muchas comarcas de la península y determinan los primeros asentamientos humanos, y aquí en Covalta y su entorno, se dieron las condiciones esenciales para la vida humana. Agua abundante, bosque, caza, una cueva para cobijarse varias familias de la climatología extrema y fácilmente defendible de otras tribus, con visibilidad para prever los movimientos del enemigo en muchos kilómetros a la redonda.
Por otro lado, hay evidencias de asentamientos ibéricos en Jarafuel (asentamiento del Castillico), municipio lindante con Villa de Ves. Y debido precisamente a esta proximidad, es muy probable que la cueva haya sido utilizada en la antigüedad.

En una segunda consulta al I.E.Albacetenses sugiero la hipótesis de que Covalta fuese utilizada por los guerrilleros españoles en la Guerra de Independencia o Guerra del francés.
En el marco de la Guerra de Independencia, 1808-1812, destacó la figura del guerrillero Jose Romeu, “el saguntino”, en la provincia de Valencia. Tras varios años de luchas de guerrillas y como comandante de la misma en la zona de levante, ante la presión que las tropas francesas ejercían sobre él y sus hombres, poniendo incluso precio a su cabeza,  Romeu decide adentrarse en la provincia de Albacete ( Castilla), lugar que los franceses aún no dominaban y que además estaba cerca del Valle de Ayora, donde se concentraban las tropas francesas.

José Francisco Pelegrín Romeu y Parras (Sagunto1778 – Valencia1812). Héroe saguntino. Guerrillero y Comandante de los Batallones de Milicia Urbana de Murviedro durante la Guerra de la Independencia española. 

Jose Romeu organiza, pues, su guerrilla y traslada el campamento a Alatoz ( Albacete) fijando allí un asentamiento de tropas y lugar de reclutamiento, especie de academia militar y encuadramiento de voluntarios. Enterados los franceses de estas noticias y por el peligro que pudiera representar para sus tropas, decidieron lanzar varios ataques contra Romeu, pero fracasaron y fueron repelidos, dando motivos para aumentar la popularidad de Romeu y los suyos.
Esto desanimó a los franceses, quienes, temerosos de adentrarse en Castilla, no saldrían desde entonces del Valle de Ayora que seguían dominando.
Romeu, siguió hostigando a los franceses consiguiendo nuevas victorias.
Con los hechos expuestos aquí pretendo demostrar que el término de Villa de Ves, pudo ser teatro de operaciones de la guerrilla.
Esto me lleva a enlazar con el tema de la cueva Covalta de Villa de Ves. Yo nací allí y  conozco la zona. Si trazamos unas líneas imaginarias para desplazarnos a Cofrentes, Jalance, Jarafuel o Ayora y si fuése un estratega como Jose Romeu, lo lógico sería ir por la red de sendas y caminos trazados desde la era musulmana, que nos llevan a la Comunidad Valenciana y los pueblos citados.
La primera vía sería por la carretera de Albacete a Ayora Cm-332 que nos llevaría a la CV- 440. Sin embargo esta vía nos dejaría muy expuestos y no se podría camuflar a las tropas.
La segunda vía sería desde Alatoz por Casas de Juan Gil, pasando por la fuente de la Carrasca a Jarafuel.
Una tercera vía pudo ser desde Alatoz por Casa del Conde, cueva Covalta, el gramial, lomas del cura hasta Jalance.
La cuarta vía posible sería Alatoz, Casa del Conde, fuente del huertico, herradas de abajo, las charquillas, Jalance.
Por una quinta vía utilizaríamos el cauce del rio Júcar por el molinar, castillo de Don Sancho hasta Jalance.
Y la última que se me ocurre desde Alatoz por el molinar, serretilla de la Pared, cerro del Villar Agudo, Jalance y Cofrentes.
Utilizando cualquiera de ellas, Covalta queda a mitad de camino, ofreciendo un escondite natural, donde podían guardar los caballos y reposar los jinetes y ser incluso almacén de víveres. Buen lugar para ocultarse del enemigo y atacar por la retaguardia.
Por todo lo descrito, quiero resaltar la importancia histórica del término de Villa de Ves y quizás Covalta misma en la guerra de la Independencia española de 1808-1812.

Covalta: Elegante y vistosa.
Un momento de reflexión buscando el eslabón de la historia entre el pasado y el presente.
Tenemos preguntas pero pocas respuestas.




Descripción del interior de la cueva.

La cueva vista de frente es preciosa. La entrada es amplia y vistosa, el interior es elevado ancho y cóncavo, rematado con una bóveda natural de casi 40 metros de diámetro. En las paredes hay abundantes espeleotemas (depósitos de mineral) aunque no llegan a formar estalactitas ni estalagmitas, probablemente porque la cueva no tiene el clima apropiado para ello o entra demasiado aire y no hay suficiente humedad.


Los espeleotemas nos abren una ventana a tiempos remotos. Se pueden necesitar siglos para formar unos milímetros.



Si se permanece en silencio, es fácil escuchar un continuo goteo que proviene del techo de la cueva.
El suelo está inclinado hacia el interior de la cueva, allanándose un poco en lo más profundo. Está cubierto por una capa de humus fino, con evidentes restos de estiércol de ganado. La vegetación deja de crecer por la mitad de la cueva por la falta de luz directa, sin embargo por el día no llega a existir ninguna zona de oscuridad total.

Obsérvese la línea donde se detiene el crecimiento de vegetación.

Detalle de un helecho creciendo en una grieta del techo próxima a la entrada.



Hago un inciso para contaros una anécdota con tintes cinematográficos:


Durante una visita a la cueva, que hicimos mi esposa y yo, en primavera, al llegar a la entrada de la cueva las grajas comenzaron a graznar volando rasas sobre nuestras cabezas como si nos quisiesen atacar. Seguramente solo pretendían defender sus nidos. Mi esposa se asustó y se quería volver del miedo que tenía. Parecía una escena sacada de la película Los Pajaros de Alfred Hitchcok. Yo la tranquilicé, hicimos unas fotos sin hacer mucho ruido, con movimientos lentos y nos marchamos.





Foto mostrando un lateral de Covalta, hay abundantes agujeros y grietas donde nidifican diversas aves.


EXCURSIÓN A COVALTA:

El primer consejo es que llevéis un buen calzado, agua potable, bastones de senderismo y salir temprano “con la fresca”. Evitar llevar niños pequeños porque hay riesgo de caídas graves.
Puente de Covalta. En primer lugar, camino que proviene
del Pocico. A la derecha del cruce, camino a la Gila. A la
izquierda, camino a Casas de Juan Gil.
Parad en el puente Covalta – donde hay espacio para aparcar – y no haced mucho ruido, desde allí observad en dirección al pico de la montaña y es muy probable que veáis una pareja de águilas reales volando en círculos sobre la Cueva.



Águila que desde la altura y con su vista penetrante vigila todo lo que se mueve en Covalta.

Los accesos son muy dificultosos, se puede subir por la senda que se usaba toda la vida por el lado norte aunque la vegetación la ha ocultado por la falta de mantenimiento. En el lado sur la pendiente es más suave pero no hay senda; por encima de la sierra con coche se puede seguir una pista forestal ( es necesario un coche todoterreno) y andar unos 600 metros hasta llegar encima de la cueva, desde donde se pueden hacer foto espectaculares, seguid el borde de la peña y bajad por la pared de roca escalonada hasta la cueva.

USOS DE LA CUEVA:

Lo máximo que recuerdan nuestros mayores es que antiguamente los pastores de la zona encerraban allí dos ganados de ovejas y cabras, sobre todo en días en que los pastores preveían que iba a haber tormenta, en verano incluso hay precipitaciones con granizo. También guardaban el ganado en invierno cuando nevaba. Los pastores son muy diestros prediciendo el clima. Además de la protección, el ganado tenía en los alrededores de la cueva suficiente vegetación para unos días, lo que permitía al pastor dejarlas solas un tiempo. Cuando había lobos en la zona el pastor no se alejaba mucho, claro está.

FIESTA DE COVALTA:

En Covalta se celebraba todos los años, el 15 de Mayo, la fiesta de San Isidro Labrador; el cura párroco de Villa de Ves, en el caso que expongo: D. Alfredo Carrión, subía a la cueva acompañado del monaguillo y otras personas de la zona, hacían una ceremonia religiosa para bendecir las tierras y las cosechas. También se repartían unos pequeños panecillos bendecidos a todos los asistentes a la ceremonia. Tras el acto, descendían de la cueva hacia las casas del campo cercano llamado Herradas de arriba donde continuaba la fiesta popular, participando toda la gente.
A continuación, nuestro paisano y amigo Lorenzo Peñas Arocas, persona que tiene casa en las Herradas de Abajo y ha vivido muchos años en ella y conoce la zona perfectamente, nos relata lo que recuerda de estas fiestas.

LORENZO PEÑAS AROCAS y NATIVIDAD PÉREZ

Vecinos de Villa de Ves, grandes personas, grandes amigos y fenomenales vecinos para todo el que los necesite.

Lorenzo y Natividad recuerdan que cuando bajaban de la cueva daba comienzo la fiesta en las Herradas de Arriba. Era tradición hacer sopas con leche para todos los asistentes, después hacían un gran baile, al que asistía mucha gente, si hacía frio lo hacían en la casa de Juan Vicente, y si el clima era benévolo, lo hacían en una era.
Esta fiesta era muy reconocida en todo su entorno; acudía gente de todas las casas de campo cercanas y de las aldeas próximas como Casas de Juan Gil, Villa de Ves, La Gila, Casa del Conde.
De entre las casas citadas podemos destacar las siguientes:
Pertenecientes a las Herradas de arriba: Casa de Juan Vicente, Isabel de Garrabas, Noe, Vicente, Benigna Pérez, Clara, Juan Pablo y Vicente el rentero.
Pertenecientes a las Herradas de abajo: Jose Gil, Pepe el de Enrique, Mariquita, Jose María, Eduardo, Adolfo el aguacil, Macario y Liborio.
Otras casas dispersas: Los Bonifacios, los Perolos, Los severina, Magdalena e Inocente, Casa Soria, Alfileres, El Sarro y el Zorro.
También venían empleados de la obra del embalse del Molinar residentes en el poblado de Hidroeléctrica Española.


D. ÁNGEL GARCÍA PÉREZ  Y Dª ANGELINA GÓMEZ 
FERNÁNDEZ

Este matrimonio son dos grandes personas queridos por todos sus paisanos de Villa de Ves.

. D. Ángel nació en la casilla de Juan Vicente en las Herradas de Arriba. Dª Angelina por los años 1950 era novia de D. Ángel e iba con su tía a la fiesta de Covalta a las Herradas de Arriba.

Ángel me comenta que cuando se celebraba la fiesta de Covalta, dos días antes se destetaban los cabritos más grandes y se les alimentaba con pienso, de esta forma, la leche que daban las cabras servía para llenar dos o tres cántaros para hacer sopa de pan con leche. Este plato se elaboraba mezclando pan con leche en un lebrillo grande y posteriormente se le añadía miel, moviendo la mezcla hasta conseguir la densidad adecuada.
Angelina revive con nostalgia y sentimiento aquellos años en los que ella asistió a las fiestas de Covalta, pues por la década de 1950 era novia de Ángel e iba acompañada de su tía a la fiesta con mucha ilusión porque allí se encontraría y bailaría con su novio. También era esta la oportunidad de lucir el único vestido que tenía, cosido por ella ya que sabía coser bien.
El acordeonista que tocaba era Juan Miguel el de Crisanta de Villa de Ves. Animaba al baile, sobre todo con pasodobles y tangos. Una de las piezas que recuerdan Ángel y Angelina es Caballito Volador; y es que aquellos bonitos años son difíciles de olvidar.

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Y con esto me despido de vosotros, queridos lectores. 
Espero que os haya gustado este artículo. A quienes conocéis esta cueva os animo a que me deis más información si creéis que se puede mejorar o ampliar alguna parte, y a quienes no la conocéis, os animo a visitarla.

Un abrazo.
Respetad la naturaleza o no quedará nada bonito sobre qué escribir.