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La creación de este blog se debe a mi interés por recuperar las raíces de mi pueblo: su historia natural y popular.

domingo, 6 de mayo de 2012

LA CANALEJA


Espectacular perspectiva  de la canaleja, paraje de gran belleza paisajística.
(Foto realizada desde el balcón del pijo )


La canaleja es un paraje ubicado en la vertiente izquierda del río Júcar, dentro del término municipal de Casas De Ves. Discurre por la orilla entre el extremo  este de Casas de Ves y el oeste de Villa de Ves.

Imagen desde satélite. Señalizamos en rojo el paraje de la Canaleja. En amarillo las referencias que la delimitan.

Plano del monte LA CANALEJA realizado en 1975 por ICONA ( Instituto para la conservación de la naturaleza).
Señalizamos en rojo el límite de Villa de Ves y en verde el límite de Casas de Ves.

Si remontamos el rio, se puede considerar como punto de inicio de este paraje la presa de la Huerta Somera  de Villa de Ves y su final coincidiría con la desembocadura del barranco de Mingo Andrés, ya en terreno de Casas de Ves. A continuación encontraremos las Rinconás y más arriba, la central hidroélectrica y el Tranco del Lobo.

A quienes leéis este blog os parecerá extraño que yo – siendo de Villa de Ves – dedique este espacio a un paraje de Casas de Ves. La razón es que históricamente tanto Casas de Ves como los parajes que describo pertenecieron a Villa de Ves y además, los moradores de las casas y huertas de la Canaleja eran descendientes de Villa de Ves. Los vínculos familiares de esta gente llegan hasta actuales habitantes de Villa de Ves. También es normal que en los corrillos de los ancianos surjan conversaciones sobre hechos y recuerdos de la Canaleja asimilándolos como algo “nuestro”,  de Villa de Ves.
Por todo ello, estimados lectores, he aquí el motivo por el cual hoy nos aventuramos en territorio vecino.



Antiguo término de Villa de Ves, antes de la segregación de Casas de Ves y Balsa de Ves.

El extenso término de Villa de Ves se dividió en 1821.
Según se lee en un documento del archivo del Ayuntamiento de Casas de Ves:
                “ El 24 y 25 de Abril de 1821, reunidas las comisiones municipales designadas, y ante D. Juan Andrés Núñez, escribano real y notario público de la Villa de Ayora, se realiza el deslinde y amojonamiento de los términos de Casas de Ves, Villa de Ves y Balsa de Ves.



Plano mostrando la división actual de los términos de Balsa de Ves, Villa de Ves y Casas de Ves.

La canaleja fue una zona de huerta, árboles frutales y olivos cuya explotación permitía vivir directamente a tres familias que tenían allí sus casas. Estas familias cultivaban la tierra para subsistir y lo que no consumían se vendía en los pueblos y aldeas de alrededor. Por ejemplo, las olivas las llevaban a moler a las almazaras de Villa de Ves, Carcelén y Alcalá del Júcar. 

Una visita a la orilla sur del Júcar nos brinda una buena visión de la Canaleja río arriba. Se puede apreciar la acumulación de depósitos sedimentarios traídos por el Barranco de Mingo Andrés.




A continuación podréis saber más cosas de la Canaleja gracias al testimonio vivo de algunos paisanos que atesoran recuerdos y datos que de otra forma se perderían para siempre. 


Amalia Arocas Martínez

Dª Amalia Arocas Martínez. Actualmente tiene 77 años, es nieta de D. Segundo y Dª Isabel María. Es descendiente directa de la Canaleja y querida por todo el pueblo.


Nos cuenta Amalia que las tierras de huerta que tenía su abuelo en la Canaleja eran heredadas de los padres de éste. Eran vecinos de Villa de Ves y dominaban estas huertas desde hace tantos años que se pierde en la memoria.
D. Segundo Martínez, abuelo de Amalia, tenía dos hermanos: José y Paquito Martínez Arenas. El tal Paquito, es padre de Alejandrina Martínez González, mujer de Fidel de Villa de Ves – este dato ha sido para mí una sorpresa -.
Estos tres hermanos heredaron de sus padres y Segundo Martínez obtuvo las huertas de la Canaleja, José Martínez heredó las Rinconás – que era una zona de oliveras muy buenas – y Paquito Martínez no heredó tierras por algún motivo que desconocemos hoy, por lo que se fue a vivir a La Pared, formando allí su familia.
Es posible que sus hermanos le comprasen su parte de la herencia como era frecuente en todas las familias de antaño. Al ser muchos hijos, las tierras se dividían en muchas partes creando minifundios poco productivos que obligaban a algunos a no poder vivir de la tierra, por lo que una solución era emigrar.
D. Segundo Martínez Arenas se casó con Dª Isabel María y formaron una familia de ocho hijos, cinco mujeres: María, Dionisia, Segunda, Isabel, Catalina; y tres varones: Domingo, Trinidad y otro quien no conocemos el nombre pues falleció con dos años. Los otros varones también fallecieron jóvenes por lo que heredaron las supervivientes de esta familia.
Dª Segunda heredó las huertas de la Canaleja, era esposa de  Carlos el dueño de la “casineta” de Villa de Ves, es decir, el antiguo bar del pueblo, quien fue muy estimado por todos los vecinos.
María y Catalina heredaron las oliveras de las Rinconás. María es la madre de Porfirio Martínez y Catalina es la madre de Amalia y Segundo Arocas Martínez ambos de Villa de Ves.
Dionisia e Isabel marcharon a vivir a Casas de Ves.




Alejandrina Martínez González

Dª Alejandrina, mujer seria y discreta de Villa de Ves, nacida el 9 de Julio de 1925, tiene actualmente 87 años y nos relata con gran lucidez lo que recuerda de Domingo uno de los tres hermanos que mencionamos anteriormente.

Cuenta Alejandrina que cuando ella vivía en La Pared con sus padres, recibían con cierta frecuencia en casa a Domingo – que era sobrino de su padre – y mostraba un aspecto enfermizo y fatigado. Siempre llevaba consigo unas alforjas de cuadros blancos y negros. Se quedaba a dormir dos o tres noches y se marchaba. Su padre siempre lo acogía lo mejor que podía pero siempre con reserva porque desconocían cual era su enfermedad.



Porfirio García Martínez

D. Porfirio, nieto de D. Segundo e Isabel Mª, descendiente directo de la Canaleja, actualmente tiene casa en Villa de Ves donde vive parte del año; es un vecino querido por sus paisanos.


Cuenta Porfirio que en la Canaleja había tres casas. La de sus abuelos estaba un poco más arriba de las huertas en la orilla de una rambla y al lado de la casa había un algarrobo – que sobrevive actualmente - ; una segunda casa estaba construida excavada en la roca aprovechando una cueva, era la de Inés y su marido, un matrimonio que no tuvo hijos; y la tercera casa era la del Sr. Periquín, quien tenía un tejar junto a la casa, con un horno donde cocía las tejas de arcilla del río que posteriormente vendía en los pueblos próximos utilizando un burro como transporte. Aún se pueden encontrar restos de tejas por las proximidades de la Canaleja.
RUINAS DE UNA CASA DE LA CANALEJA VISTA DESDE EL BALCÓN DEL PIJO.
TAMBIÉN SE PUEDE DISTINGUIR UN GRUPO DE OLIVOS.



Carlos Saez Martínez

D. Carlos, nieto de D. Segundo e Isabel Mª, descendiente directo de la Canaleja, vive en la actualidad parte del año en Villa de Ves  y es estimado por todo el pueblo.

Cuenta Carlos que su madre, Dª Segunda Martínez, heredó las huertas de la Canaleja. Él mismo tiene recuerdos de allí, pues vivió y trabajo en esas tierras y conoce todos los rincones perfectamente. Nuestro amigo Carlos trabajó duro siendo un adolescente y cazó para subsistir en este paraje por lo que no hay animal o planta que no conozca. Con esta sabiduría popular ha podido aportarnos muchos datos de los que os relataré los más curiosos.

Según cuenta Carlos, regaban las huertas de la Canaleja con agua de un manantial que había más arriba de la casa. Ellos habían construido una pequeña presa con piedras y tierra, y una red de acequias con las que regaban según la necesidad.
Otra curiosidad es que cerca de este manantial, aproximadamente a 50 metros, manaba otra fuente pero de agua salada.
También cuenta que esta presa o charca, y en las acequias, se criaban muchas ranas y su madre – que  era una excelente cocinera – las preparaba pelándolas y quitándoles la cabeza. Las guisaban de diversas formas resultando un plato exquisito. También cocinaban serpientes, de las que afirma que tienen una carne sabrosa.
A los lectores del blog os puede parecer extraño este tipo de recurso alimenticio pero no lo es tanto, por un lado era un medio de subsistencia y de aprovechar las proteínas que nos brinda la naturaleza en unos tiempos de escasez de recursos, y debemos ser conscientes de que incluso hoy en día en famosos restaurantes de Francia e Inglaterra  o incluso algunos españoles, se preparan exquisitos platos de ancas de rana.
Carlos recuerda que su madre le contaba que, antes de nacer él, había en la Canaleja abundante pesca de río destacando la lubina y la trucha,  había también nutrias y lobos, aunque estos vivían en el margen sur del río – lo que por aquí llamamos “el otro lado” – pero era habitual verlos vadear el río por la Canaleja, cerca de las casas, de hecho Dª Segunda fue testigo de estos cruces en varias ocasiones. Es posible que los lobos se sintiesen atraídos por el olor de los animales domésticos. Cuando las gallinas de la casa de Carlos oían el aullido de los lobos, corrían despavoridas hacia la gatera para esconderse en el corral. La cachera de los cerdos era una cueva con una puerta resistente para evitar el ataque de los lobos por la noche.
En aquella época era muy fácil pescar en la Canaleja. La madre de Carlos fabricaba unas canastas de juncos y cañas y las ponían en la orilla del río; cuando los peces acudían a desovar se metían en las trampas y ya no sabían salir. Esto es una muestra de la abundancia de peces que posteriormente se vería alterada por la mano del hombre al construirse el embalse del Molinar y alterarse el curso natural del río.
Llegados a este punto, Carlos nos cuenta una interesantísima anécdota. Nos habla de la temida y famosa serpiente que atemorizaba a todos los moradores de la Canaleja, Villa de ves y Villar de Ves, pues era ya una leyenda. Incluso yo personalmente he oído a mis padres comentar muchas veces que en la Canaleja había una serpiente más gruesa que el timón de un arado.
Estimados  lectores, gracias a lo que cuenta Carlos y a lo que he podido averiguar sobre serpientes, hoy quedará desvelada la leyenda del Monstruo de la Canaleja:
Cuenta Carlos que desde el manantial de la presa de riego que ellos tenían, hasta el río, había mucho carrizo y entre la maleza se camuflaban bien las serpientes, a la vez, era una zona de abundantes presas: ratas, ranas, ratones de campo, lagartos, lagartijas, etc. La señora Segunda era una mujer valiente y acostumbrada a vivir en la Canaleja, una mujer dura de campo, con miedo a pocas cosas, sin embargo sí temía a esta serpiente. La había visto varias veces y le aterrorizaba toparse con ella porque era larga, gruesa, con escamas verde oliva con sombras negras y una hilera de escamas en el lomo a modo de crin, como un dragón mítico, un auténtico monstruo.
Por esta descripción junto con lo que he podido averiguar sobre serpientes puedo concluir que era una culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) y seguramente era un macho adulto por el color de la piel y sus dimensiones. Las escamas sobre los ojos son prominentes, lo que les da una mirada penetrante y feroz.
Culebra bastarda

Carlos también la había visto varias veces y le tenía respeto y un poco de miedo, pero, sabedor del horror que tenía su madre a esta serpiente y el peligro que representaba en esa zona, se decidió a enfrentarse a ella. Salió a su caza en repetidas ocasiones con una perra muy valiente que tenían y cuando la encontraban entre la vegetación, la serpiente se sentía amenazada y se erguía, mostrando medio cuerpo tieso como un palo y siseaba sonoramente abriendo la boca ampliamente para mostrar sus dientes. También daba latigazos con la cabeza en dirección a ellos, consiguiendo que el miedo les hiciese desistir de cogerla.
Sin embargo, Carlos era un chaval joven y temerario, y pensó que la mejor forma de matarla sería a distancia con un arma de fuego. Ellos tenían en la casa una escopeta antigua que era como un trabuco, de un solo cañón. Carlos preparó el cartucho artesanal con plomo del calibre más grueso que tenían y se dispuso con su perra para dar caza a la bicha. Cuando dieron con ella, como siempre les plantó cara irguiéndose y siseando con las escamas erizadas. Carlos solo disponía de un tiro, una oportunidad. No podía fallar. Intentó no dejarse llevar por el miedo, se concentró en la cabeza de la serpiente, esperó el momento en que paró de moverse y apretó el gatillo con decisión. ¡PAM! Le arrancó la cabeza del cuerpo.
Este hecho ocurrió en torno al año 1959 cuando Carlos ya vivía en Villa de Ves, por lo que, una vez muerta la serpiente, Carlos pretendía llevarla al pueblo para mostrar su hazaña. Según Carlos la serpiente pesaba unos 40 kilos y medía 2´5 metros de largo, era tan pesada que la tuvo que dejar en el lugar donde la mató. Decidió volver al pueblo para coger el burro y pedir a su padre que le ayudase a recogerla.
De esta forma queda aclarada la leyenda de la Canaleja.
Puede que el lector se asombre de la muerte de un ser vivo pero era normal antiguamente matar a las serpientes por miedo o desconocimiento porque rara vez atacan al humano. De hecho en la actualidad son especies protegidas y no se deben matar.

Nota:  Carlos me contó estos hechos en el verano de 2011, en el bar que hay en el Ayuntamiento de Villa de Ves, sentados los dos en una mesa, él vestía una camisa de manga corta y, conforme me lo contaba, le cambiaba la expresión de la cara y me señaló hacia sus brazos porque, solo el recuerdo de aquel animal, le erizaba la piel y le ponía los pelos de punta.
Pude ver que no se trataba de una broma. Y es que aquel animal era un monstruo, el Monstruo de la Canaleja.



Agradezco vuestra atención y espero seguir aportando pinceladas de cultura popular de nuestro pueblo.


Un abrazo para todos.


Esta entrada del blog la dedico con especial sentimiento a mi hermano Luis Jiménez García, recientemente fallecido con 68 años de edad.
 Le deseo que el susurro de las aguas del río Júcar a su paso por Villa de Ves y la silenciosa presencia del Cristo de la Vida desde su Santuario, le acompañen en su último viaje hasta el cielo. Descanse en paz.




6 comentarios:

  1. Es un orgullo para mi colaborar en este blog para evitar que se pierda el acervo de Villa de Ves.
    Por desgracia, cada vez son menos los testigos vivos que puedan transmitirnos este saber, por lo que concibo como un deber aprovechar los conocimientos de nuestros mayores.
    Permitidme expresar, pues, mi compunción por la pérdida de los que ya no están con nosotros. Le mando un abrazo eterno a mi tío Luis.

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  2. Me ha gustado mucho toda esta historia de la canaleja,que desconocia , las fotos del paisaje preciosas ,ver las fotos de Alejandrina , Amalia ,Porfilio y señora personas por las que siento cariño y mucho respeto ,y como no me emocionó la dedicatoria a tu hermano ,gracias , sigue con estos trabajos que nos hacen disfrutar delo que amamos
    Os quiero,Juani

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  3. Vicente, enhorabuena he encontrado tu blog por casualidad y he aprendido mas de Villa de Ves leyendolo que en el tiempo que llevo disfrutando de su tranquilidad. Es realmente encomiable las personas que como tu están orgullosas de sus raices y que hacen, con blogs como este , que estas no se pierdan con el paso de los tiempos.
    de nuevo, enhorabuena y sigue así.
    Siento la perdida de tu hermano Luis
    Nacho

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  4. Un dia quiero bajar y conocer esa zona .Mis abuelos eran Carlos y Segunda

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  5. Una de las razones por las que admiro a la gente "de campo" de las de antes, era por su capacidad de resistencia, espíritu de sacrificio y conocimiento del medio que los rodeaba. Hoy en día nos sueltan a casi cualquiera de nosotros en el campo y nos morimos de hambre y sed a los dos días. Por cierto, a pesar de que a alguien le pueda dar aprensión, os puedo asegurar que las ancas de rana están deliciosas.

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  6. Enhorabuena Vicente, sigo atentamente todas las entradas del blog desde que Manuel Miravalles Argente me lo descubrió hará ya como un añito..
    Mis abuelos eran Luisa Argente Gómez y José Molina.
    Lamentablemente ya no tengo la oportunidad de leerle a mi abuela lo que escribes, pero lo leo con la misma emoción que se lo leería a ella, yo sé que le encantaría.
    Muchas gracias por tu trabajo y te animo a continuar así es para mí un placer y un honor conocer la historia de Villa de ves
    Un saludo
    Tomas Guirao Molina

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